Los búhos son aves que, junto a las lechuzas, pertenecen al orden Strigiformes; los primeros se agrupan en la familia Strigidae y las segundas en Tytonidae. Son aves rapaces con habilidades extraordinarias para desenvolverse en sus hábitats. Tienen una distribución global, con presencia en todos los continentes, excepto en la Antártida.
En este artículo de ExpertoAnimal, te presentamos algunas curiosidades sobre los búhos. ¡Te invitamos a seguir leyendo!
1. Tienen ojos enormes, pero no ven bien de cerca
Los búhos tienen unos ojos increíblemente grandes, más del doble del tamaño de los ojos de otras aves similares. Esta característica les proporciona una ventaja notable en la oscuridad, ya que les permite captar más luz y ver mejor durante la noche. Sin embargo, un dato curioso sobre los búhos es que son hipermétropes, es decir, no ven bien los objetos cercanos. Para compensarlo, han desarrollado unas finas cerdas alrededor del pico que actúan como sensores táctiles.
2. Su vuelo es sorprendentemente silencioso
Una de las maravillas más asombrosas de los búhos es su capacidad para volar en completo silencio. Este sigilo no es casual: es el resultado de una importante adaptación evolutiva. En este sentido, sus alas están diseñadas para reducir al máximo el ruido del aire. En el borde delantero poseen una especie de peine formado por plumas rígidas, mientras que en el borde trasero hay una franja de plumas suaves y flexibles. Además, la superficie de sus alas está recubierta por un material velloso que actúa como una alfombra que amortigua el sonido. Gracias a esta combinación, sus presas no los escuchan venir, lo que les asegura mayor éxito al momento de cazar.
¿Quieres saber de qué se alimentan? Te lo contamos en este post: "¿Qué comen los búhos?".
3. No todos los búhos son nocturnos
Aunque solemos imaginar a los búhos cazando solo de noche, lo cierto es que no todos siguen este patrón: algunas especies cazan durante el día. Esta elección no es casual, sino que responde a las preferencias alimenticias y a los hábitos de sus presas. Por ejemplo, las aves cantoras, que forman parte de su dieta, son más activas en las horas de luz, por lo que cazar de día resulta más efectivo. Este comportamiento adaptativo demuestra la gran flexibilidad de los búhos en sus estrategias de caza según el entorno.
Algunas especies diurnas son:
- Mochuelo boreal (Aegolius funereus)
- Búho campestre (Asio flammeus)
- Búho pigmeo del norte (Glaucidum gnoma)
Aquí encontrarás todos los "Tipos de búhos".
4. Se camuflan muy bien
Los búhos no solo son sigilosos, también son expertos en pasar desapercibidos. Muchas especies han desarrollado estrategias sorprendentes para evitar a sus propios depredadores o confundir a posibles amenazas. Por ejemplo, algunos búhos tienen en la parte posterior de la cabeza unas marcas que parecen ojos, lo que crea la ilusión de que están observando en todas direcciones. Además, las especies nocturnas presentan penachos en la cabeza que rompen el contorno de su silueta y los ayudan a mimetizarse entre ramas y cortezas. Su plumaje suele tener tonos que imitan su entorno, lo que hace que se confundan con el paisaje cuando están posados y quietos. Es una forma silenciosa y eficaz de mantenerse a salvo.
Algunas especies de búhos que se camuflan en la naturaleza son:
- Búho cornudo (Bubo virginianus): su plumaje se camufla perfectamente entre los troncos y ramas de los árboles de su hábitat natural.
- Autillo oriental (Megascops asio): su plumaje imita la textura de la corteza de los árboles, ¡sorprendente!
- Búho pescador de Pel (Scotopelia peli): su plumaje también se mezcla con la vegetación del entorno.
Y ahora te proponemos un juego, ¿eres capaz de ver al búho de la imagen?
5. Tienen una excelente audición
Otra de las curiosidades de los búhos —y al mismo tiempo una habilidad sorprendente— es su capacidad para escuchar con gran precisión. A diferencia de otros animales, sus oídos no están ubicados de forma simétrica: uno está ligeramente más alto que el otro. Esta diferencia les proporciona una ventaja sensorial extraordinaria. Cuando un ratón emite un chillido, el sonido llega a cada oído en momentos distintos, aunque sea por una fracción de segundo. Esa pequeña diferencia le basta al búho para calcular con exactitud dónde está su presa, incluso si no puede verla. Su cerebro interpreta esa información y dirige su cabeza justo hacia el objetivo. Es como tener un radar natural integrado.
6. Su cuello es altamente giratorio
Una de las hazañas más impresionantes de los búhos es su capacidad para girar la cabeza hasta 270 grados, tanto hacia la derecha como hacia la izquierda. A simple vista, parecería que algo así debería cortar el flujo de sangre al cerebro, pero no es así. Su anatomía está diseñada para soportar este movimiento extremo. Las arterias en su cuello pasan por canales óseos mucho más grandes que ellas, lo que crea espacio para moverse sin ser comprimidas. Además, cuentan con conexiones internas entre los vasos sanguíneos que garantizan que la sangre fluya sin interrupciones. Gracias a estas adaptaciones, pueden girar la cabeza como si no tuvieran límites.
7. Son cazadores versátiles
La dieta de los búhos es tan diversa como las especies que existen. Algunos son verdaderos depredadores, expertos en cazar animales sorprendentemente grandes: zorros, crías de corzo e incluso monos pueden formar parte de su menú. Pero no todos los búhos van tras presas tan imponentes. Muchos se especializan en insectos, lo que los convierte en grandes aliados para el control natural de plagas. Otros prefieren aves, murciélagos o peces. Esta variedad de hábitos alimenticios demuestra la gran adaptabilidad de estas aves a distintos ecosistemas del mundo.
8. Cortejo y anidación sencillos
El cortejo entre búhos es menos vistoso que otros tipos de aves. Algunas especies realizan vuelos acrobáticos para impresionar a su pareja, pero en muchas otras, el cortejo se reduce a una sencilla acción, el macho lleva alimento a la hembra. Por otro lado, no son buenos creadores de nidos, por lo que rara vez hacen sus propios nidos, prefieren ocupar huecos en árboles, antiguos nidos de otras aves o incluso madrigueras subterráneas, como hace el búho llanero (Athene cunicularia). Las hembras ponen varios huevos y comienzan a incubar desde el primero, lo que provoca que los polluelos nazcan en distintos momentos y tamaños. Durante ese periodo, apenas abandonan el nido, y es el macho quien se encarga de alimentar a toda la familia.
9. Pueden ser agresivos
Aunque los búhos suelen ser criaturas solitarias y escurridizas, hay momentos en los que su comportamiento cambia radicalmente, y uno de ellos es durante la época de cría. En este periodo, algunas especies pueden volverse increíblemente agresivas si sienten que su nido está en peligro. Si un intruso se acerca demasiado, el búho no dudará en lanzarse al ataque o en desplegar una impactante postura defensiva. Para ello, se agachan, bajan la cabeza y las alas, erizan las plumas, e incluso emiten sonidos fuertes o aplauden con las alas. Todo esto busca asustar y alejar a quien consideren una amenaza, ya que la protección del nido es siempre una prioridad absoluta.
10. Estado de conservación en alerta
Aunque muchos búhos aún sobreviven y su diversidad es amplia, su situación es frágil y preocupante. De más de 200 especies de búhos, al menos 14 están oficialmente en peligro de extinción y 21 se consideran casi amenazadas, según la Lista Roja de la UICN. La mayoría habita en hábitats tropicales —ya sea en selvas o en islas—, que suelen ser los ecosistemas más afectados por la deforestación y la fragmentación.
En este otro artículo te hablamos de su distribución: "¿Dónde viven los búhos?". Cuéntanos, ¿conocías todas estas curiosidades de los búhos?
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- Brown, P. (s7f). Owls. Bird Life International. Disponible en: https://www.birdlife.org/birds/owls/
- Cholewiak, D. (2003). "Strigidae". Animal Diversity Web. Disponible en: https://animaldiversity.org/accounts/Strigidae/
- UICN (2025). Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. Versión 2025-1. Disponible en: https://www.iucnredlist.org/search?taxonomies=22673078&searchType=species