Las hemorroides en gatos, como tal, son muy raras, pero muchos problemas anales que sí son más frecuentes en esta especie pueden confundirse con ellas, ya que también se manifiestan con dolor o dificultades en la defecación, bultos alrededor del ano, sangre en las heces, arrastrar el trasero o lamido excesivo de la zona anal.
El diagnóstico del problema en cuestión debe hacerlo un profesional veterinario, y el tratamiento depende de la causa, pero suele incluir medidas de limpieza de la zona, mejora de la dieta y la hidratación, además de aplicar fármacos específicos o realizar las intervenciones necesarias según el caso. Si quieres conocer más sobre los trastornos que pueden hacer pensar en hemorroides en gatos, continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal.
¿Qué son las hemorroides en gatos?
En los gatos, lo que los cuidadores piensan que son hemorroides casi nunca lo son, ya que estas resultan extremadamente raras en la especie felina. Sin embargo, sí existen muchas otras causas que pueden confundir a los cuidadores de pequeños felinos, como inflamaciones, bultos o prolapsos que pueden producirse en la zona y parecer hemorroides cuando realmente no lo son.
Causas de hemorroides en gatos
Las principales causas que pueden confundir a los cuidadores de pequeños felinos y hacerles pensar que están sufriendo hemorroides son las siguientes:
- Pólipos o tumores, que pueden observarse como masas rojizas o rosadas.
- Prolapsos rectales, que ocurren cuando parte del recto sale a través del ano.
- Inflamación por esfuerzo al defecar o irritación, como ocurre en la diarrea crónica.
- Parásitos internos, como Dipylidium caninum, que pueden irritar la zona perianal cuando los proglótidos móviles se expulsan al exterior junto con las heces.
- Problemas de las glándulas anales, como infecciones, impactaciones o abscesos, que cursan con dolor, bultos e inflamación alrededor del ano.
Síntomas de hemorroides en gatos
Los signos clínicos que pueden hacer pensar que tu gato presenta hemorroides, pero que en realidad suelen corresponder a otros problemas con síntomas parecidos o indicativos de irritación o inflamación en la zona anal, son los siguientes:
- Enrojecimiento, hinchazón o pequeños bultos alrededor del ano.
- Lamido o acicalamiento excesivo de la zona anal.
- Arrastrar el trasero por el suelo debido a la molestia, el picor o el dolor.
- Dolor o esfuerzo al defecar (disquecia).
- Sangre en las heces o en el área perianal.
- Diarrea persistente.
- Heces pequeñas o dificultad para expulsarlas (estreñimiento).
- Quejidos o maullidos durante la defecación por dolor o molestias.
¿Cómo se diagnostican las hemorroides en gatos?
El diagnóstico se basa en una historia clínica completa, incluyendo la anamnesis con el tutor y la exploración física del gato en busca de problemas de salud que puedan confundirse con hemorroides. Para ello, el profesional veterinario deberá palpar e inspeccionar la zona anal, buscando lesiones como enrojecimientos, inflamaciones, bultos o sangrado; en muchas ocasiones, esto se realiza bajo sedación debido a las molestias que pueda presentar el pequeño felino.
Dependiendo de lo que el profesional observe o sospeche, se pueden tomar muestras de heces para descartar parásitos o sangre oculta, realizar radiografías o ecografías abdominales, así como biopsias o citologías si se detectan bultos.
Tratamiento de las hemorroides en gatos
El tratamiento de los problemas que se confunden con hemorroides en los gatos dependerá del caso en cuestión, pero siempre se recomienda que, como primera medida, se mantenga la zona anal limpia para prevenir infecciones secundarias y mejorar la dieta con alimento húmedo o fibra que ayude a prevenir el estreñimiento. Aquí compartimos "Alimentos con fibra para gatos".
Si hay infección o inflamación, se pueden administrar antibióticos, antiinflamatorios y analgésicos en caso de dolor. Si el problema está en las glándulas anales, será necesaria la extracción del material impactado, y los prolapsos pueden requerir cirugía.
Cuidados en casa de un gato con hemorroides
En el hogar, los cuidadores de pequeños felinos deben seguir ciertos cuidados para controlar los problemas similares a hemorroides, manteniendo la zona limpia con agua tibia y evitando jabones o cremas destinadas a la especie humana. Es recomendable mejorar la dieta con más alimento húmedo y fibra para facilitar la defecación, y evitar que el gato se lama la zona utilizando un collar isabelino.
Además, se debe vigilar la aparición de nuevos síntomas y la evolución del gato afectado.
¿Se pueden prevenir las hemorroides en los gatos?
Aunque las hemorroides verdaderas son extremadamente raras en gatos, se pueden prevenir muchos problemas que podrían confundirse con ellas, como prolapsos rectales, irritación por estreñimiento o inflamación de las glándulas anales, mediante una dieta equilibrada y rica en fibra, asegurándonos de que nuestro pequeño felino ingiera suficiente agua.
También es importante fomentar el movimiento del gato para prevenir el sobrepeso y la obesidad, mantener el ano limpio y controlado, vaciando las glándulas en el veterinario siempre que sea necesario, y llevar a nuestro gato a revisiones rutinarias para evaluar su estado de salud y prevenir parasitaciones mediante desparasitaciones periódicas. Aquí te contamos "Cómo vaciar las glándulas anales en gatos".
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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