Muchas personas se preguntan si es posible tener un perro bodeguero en un piso, considerando que estos perros fueron originalmente desarrollados para cumplir tareas de control de plagas en amplios campos productivos. Si eres una de ellas, en ExpertoAnimal te contamos todo lo que necesitas saber antes de adoptar a una raza de perros de agua si vives en un piso. ¡Sigue leyendo y descubre!
¿Es posible tener un bodeguero en un piso?
Sí, es posible tener un perro bodeguero en un piso, siempre y cuando conozcas y tengas las condiciones de proveer los cuidados esenciales para que tu can lleve una vida sana y activa en un ambiente reducido. Ten en mente que, independiente de cuál sea la raza de un perro, su tenencia demanda compromiso, solvencia económica y paciencia.
Si estás considerando la posibilidad de convivir con un perro bodeguero en un piso, lo primero que necesitas saber es que hay varias razas de perros bodegueros. Estos peludos comparten una gama de características físicas y comportamentales, que están asociadas fundamentalmente a su carga genética. No obstante, hay diferencias entre cada una de estas razas que pueden influir en los cuidados que requieren para adaptarse a un piso.
Por ejemplo, el perro bodeguero manchego – originario de la región de La Mancha -, suele ser más grande y robusto que el perro ratonero andaluz, que es el tipo de perro bodeguero más reconocido a nivel mundial. En un espacio reducido, esta sutil diferencia puede traducirse en un mayor requerimiento de actividad física diaria, así como un mayor cuidado con su alimentación para prevenir signos de sobrepeso. Por ello, antes de decidirte por tener un perro bodeguero en un piso, vale la pena conocer las características de cada una de estas razas para elegir cuál se adapta mejor a tu estilo de vida y tu disponibilidad de tiempo y espacio.
¿Qué tener en cuenta para tener un perro bodeguero en un piso?
Lo más importante es entender que estos perros han sido desarrollados y criados, durante muchas décadas, en amplias zonas rurales. Allí su principal tarea consistía en cazar pequeñas presas (ratas y ratones, principalmente), auxiliando en el control de dichas poblaciones para que no comprometieran el rendimiento y la higiene de los espacios productivos. De hecho, el nombre “bodeguero” se debe a que la mayoría de estas razas desempeñaban dichas funciones en fincas situadas en España y Portugal.
Así pues, los perros bodegueros son muy enérgicos y tienen un fuerte instinto cazador, así como una gran curiosidad. Por ende, su adaptación al entorno urbano y al espacio reducido de un piso requiere de un gran compromiso con su estimulación física y mental.
No obstante, estos peludos tienen muchas otras cualidades para convertirse en excelentes compañeros. A continuación, listamos brevemente los pros y los contras de tener un perro bodeguero en un piso, basándonos en sus principales características:
Pros de tener un perro bodeguero en un piso
- Tamaño compacto. De talla mediana, los perros bodegueros suelen tener unos 40 cm de altura a la cruz, con un peso corporal que varía entre 7 y 12 kg. Con una buena rutina de ejercicios, pueden adaptarse incluso a pisos pequeños.
- Carácter alegre y fiel. Están habituados a la vida familiar y suelen ser muy cariñosos con los suyos, aunque jamás se comportarán como un “perrito faldero”. También disfrutarán enormemente de jugar con los niños y practicar actividades al aire libre con sus tutores.
- Predisposición al entrenamiento. Su mente es tan activa como su cuerpo, por lo que, cuando está bien estimulado, un perro bodeguero se mostrará muy interesado en aprender nuevas tareas, trucos y órdenes de obediencia.
- Vigilancia constante. Los perros bodegueros están siempre alerta y detectan rápidamente cualquier cambio o estímulo inusual en su entorno. Ello los convierte en excelentes perros de aviso, pero también incrementan su tendencia a los ladridos excesivos.
- Manto de bajo mantenimiento. El pelaje corto y liso de los perros bodegueros es fácil de cuidar y no se ensucia con mucha facilidad. Uno o dos cepillados semanales son suficientes para mantener su manto libre de suciedades y pelos muertos. Por otro lado, los baños pueden reservarse únicamente para las ocasiones en que el perro esté realmente sucio.
Contras de tener un perro bodeguero en un piso
- Alta demanda de estimulación. Si llevan una vida sedentaria en un ambiente empobrecido, los perros bodegueros pueden verse rápidamente afectados por el aburrimiento y el estrés, lo que aumenta las probabilidades de que se vuelvan destructivos.
- Instinto de caza acentuado. El perro bodeguero es un eximio cazador, por lo que no es nada extraño que muestren un ímpetu de perseguir pequeños animales, lo que puede generar problemas en entornos urbanos. Para favorecer la convivencia con potros animales y reducir los riesgos de que actúen intempestivamente en presencia de ratas, pájaros y otras pequeñas presas, resulta esencial socializarlos desde una temprana edad. En ExpertoAnimal te contamos "Cómo socializar a un cachorro correctamente".
- Propensión a ladrar. El carácter naturalmente alerta de los perros bodegueros hace que sean más ladradores que otras razas caninas. Además, si no aprenden a gestionar su soledad y – peor aún – si se quedan solos por mucho tiempo en un ambiente empobrecido, pueden convertirse en ladradores empedernidos y desarrollar problemas de conducta asociados a la ansiedad por separación.
¿Cómo es el perro bodeguero en un piso?
El comportamiento de un perro bodeguero en un piso dependerá más de la crianza recibida que de sus genes. Hoy sabemos que la herencia genética puede predisponer en mayor o menor medida a los perros a manifestar ciertos patrones de conducta instintiva. Por ejemplo, hemos hablado de que los perros bodegueros tienden a ladrar más que otras razas por su naturaleza alerta y vigilante. Sin embargo, la forma en cómo un perro se comporta en el día a día está mayormente influenciada por la educación que recibe y los estímulos con los que convive en su entorno. Así pues, el hecho de que los perros bodegueros tengan una mayor predisposición a ladrar que otras razas, no implica necesariamente que todo perro bodeguero se convertirá en un ladrador empedernido. Una adecuada socialización, combinada con una rutina de ejercicios físicos y un ambiente enriquecido, reducen significativamente la tendencia de que un perro bodeguero ladre siempre que detecte un estímulo extraño o cada vez que deba quedarse solo en casa.
Por lo tanto, si quieres tener un perro bodeguero en un piso, no debes descuidar su educación, pues el comportamiento de tu perro reflejará exactamente lo que le has enseñado y lo que no. Lo ideal es empezar a enseñarles desde sus primeros meses de vida qué conductas se consideran aceptables y deseadas y cuáles no. Para ayudarte en este proceso, hemos preparado la siguiente guía: “¿Cómo educar a un cachorro?”.
Otro punto clave es que los perros bodegueros tienen una bajísima tolerancia a cualquier tipo de maltrato. El mal uso del regaño y – peor aún – la aplicación de métodos como los castigos y el encierro, tienen repercusiones muy negativas en la conducta y la capacidad de aprendizaje de estos peludos, pues producen una sobrecarga de ansiedad, miedo o estrés, aumentando la reactividad y mitigando el interés en el entrenamiento. Por ello, recomendamos apostar siempre por el refuerzo positivo para educar a un perro bodeguero.
Consejos para tener un perro bodeguero en un piso
En los apartados anteriores hemos ido compartiendo consejos prácticos para favorecer la adaptación de un perro bodeguero en un piso. Pero, ahora vamos a aprovechar para resumir y repasar cuáles son las pautas básicas para una buena crianza:
- Establece una rutina sostenible a largo plazo. Tu perro necesita tener la seguridad de que tendrá acceso a los recursos básicos para su bienestar físico y mental. En caso contrario, su comportamiento se verá afectado por la incertidumbre, el miedo, la ansiedad o la sobreexcitación. En este sentido, intenta definir horarios para las principales actividades de su día a día, sobre todo para las tomas diarias de comida, los paseos, las sesiones de juego y también las de adiestramiento.
- Socializa a tu perro desde una temprana edad. Lo ideal es empezar antes de su tercer o cuarto mes de vida, pues en este momento culmina el periodo crítico de la socialización del perro. Pero, es posible y necesario socializar también a los perros adultos, siguiendo estas directrices básicas de “socialización para perros adultos”.
- Edúcalo desde su llegada al hogar. Como tutor, es tu responsabilidad enseñar a tu perro qué significa “portarse bien” y “portarse mal”. Nuevamente, lo más recomendable es empezar desde una temprana edad, cuando un perro bodeguero aún tiene un carácter más flexible y en plena formación. Si no sabes bien por dónde empezar, te recomendamos nuestra guía de “Cómo adiestrar a un perro”.
- Mantenlo activo física y mentalmente. La mejor manera de evitar que un perro bodeguero se sienta aburrido o se vuelva destructivo es brindándole las vías adecuadas para que gaste energía y descargue tensión. Realiza al menos 3 paseos diarios de entre 20 y 40 minutos, enriquece su ambiente y preséntale juegos de inteligencia regularmente. Si necesitas inspiración, echa un vistazo a nuestras “Ideas de enriquecimiento ambiental para perros”.
Por último, pero no menos importante, no debes descuidar la medicina preventiva. Aunque los perros bodegueros no suelen enfermarse con facilidad, es fundamental aplicarle las vacunas para perros y desparasitarlo periódicamente. Además, se recomienda realizar al menos una visita anual al veterinario para constatar su estado general de salud.
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