¿Qué come el tapir?

El tapir es estrictamente herbívoro. Su dieta se compone principalmente de hojas, brotes tiernos, frutos, semillas, cortezas y plantas acuáticas. Al ser un megaherbívoro selectivo, escoge partes blandas y nutritivas de más de 100 especies de plantas por temporada, dependiendo de la región y del hábitat.

En la naturaleza, el tapir se alimenta recorriendo senderos forestales y bordes de cursos de agua, donde busca vegetación joven y frutos caídos. Sus mandíbulas robustas y su probóscide móvil (similar a una pequeña trompa) le permiten arrancar hojas y manipular ramas de forma precisa. Estudios realizados en Tapirus terrestris en la región de la Amazonia brasilera y el Gran Chaco argentino y paraguayo, muestran que su dieta se compone aproximadamente de:

• 60–70 % hojas tiernas y brotes.
• 20–30 % frutos y semillas.
• 10 % cortezas, ramas finas y plantas acuáticas.

Además, el tapir cumple un rol crucial como dispersor de semillas de especies de frutos grandes que otros dispersores no pueden consumir, transportándolas a largas distancias gracias a su gran capacidad de desplazamiento.

Las crías de tapir dependen totalmente de la leche materna durante las primeras semanas de vida. La lactancia dura entre 6 y 8 meses, aunque a partir de los 30–45 días empiezan a explorar la vegetación que consume la madre. En su transición a una dieta sólida, los tapires bebés incorporan hojas tiernas y muy blandas, brotes nuevos, tallos jóvenes y frutos suaves (como higos o bayas).

La madre guía a la cría hacia plantas fáciles de digerir y ricas en azúcares y proteínas. Durante sus primeros meses, las crías tienen una tasa de crecimiento muy alta, por lo que requieren alimentos de alta calidad nutricional y bajos en fibra.

El tapir adulto come una gran variedad de plantas, adaptando su dieta al ecosistema donde vive. En general, su alimentación incluye:

• Hojas y brotes tiernos de árboles y arbustos.
• Frutos carnosos de diferentes tamaños.
• Plantas acuáticas, especialmente en época seca.
• Herbáceas y gramíneas, en menor medida, sobre todo en época seca.
• Cortezas y ramas finas cuando la fruta escasea.

Los frutos son particularmente importantes para aportar energía, mientras que las hojas contribuyen a mantener un balance nutricional equilibrado.

Adaptaciones de la alimentación del tapir según el clima

En ecosistemas amazónicos y atlánticos, la dieta es especialmente rica en frutos durante la estación húmeda; en ambientes más áridos, como el Chaco seco, los tapires dependen más de hojas y gramíneas, así como de plantas acuáticas para mantenerse hidratados.

En cautiverio, la dieta del tapir debe replicar en la medida de lo posible su alimentación natural para evitar problemas digestivos u obesidad. Los zoológicos y centros de rescate suelen ofrecer:

• Heno de buena calidad (alfalfa en pequeñas cantidades, gramíneas).
• Frutas frescas: manzana, banana, melón, papaya, pera.
• Verduras: zanahoria, zapallo, pepino, batata, hojas verdes.
• Piensos especiales para herbívoros (granulados altos en fibra).
• Ramas y hojas frescas como enriquecimiento ambiental.

La ración diaria varía según la especie y el peso, pero un tapir adulto suele consumir entre 8 y 12 kg de alimento húmedo por día. En hembras gestantes o lactantes se aumenta el aporte energético y proteico.

La respuesta a esta pregunta es sí, el tapir presenta una marcada flexibilidad alimentaria estacional, especialmente en regiones tropicales y subtropicales donde existen estaciones húmedas y secas bien marcadas. En temporada húmeda aumenta el consumo de frutos carnosos y semillas. Los tapires recorren más áreas buscando árboles frutales. Gracias a esto, se incrementa su papel como dispersores de semillas.

Por otro lado, durante la temporada seca disminuye la disponibilidad de frutas y hojas tiernas. El tapir incorpora más plantas acuáticas y brotes de zonas húmedas, y puede consumir más corteza, ramas y material fibroso.

En áreas muy secas, como el Chaco o partes del Cerrado, la presencia de aguadas y bañados es clave para mantener su balance hídrico y nutricional.

Ahora que sabes qué come el tapir, vamos a compartir algunos datos curiosos:

• Es dispersor de megafrutos: los tapires son capaces de tragar frutos grandes enteros, lo que los convierte en dispersores esenciales de especies con semillas grandes que otros animales no pueden transportar.
• Las semillas quedan intactas: muchas semillas pasan por su tracto digestivo sin dañarse, aumentando su germinación gracias al abono natural de las heces.
• Tiene una nariz prensil: su probóscide funciona como una “trompa” que le permite seleccionar hojas y frutos con gran precisión.
• Su dieta es súper variada: pueden consumir más de 250 especies de plantas dependiendo del ecosistema.
• Ingiere minerales: a veces visita salitrales naturales para obtener sodio y minerales esenciales, especialmente durante la lactancia o gestación.
• Se alimenta durante la noche: aunque no exclusivamente, muchos tapires prefieren alimentarse al atardecer y durante la noche.

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