Curiosidades del carpincho o capibara

El capibara ostenta el título de ser el roedor más grande que existe en la actualidad. Un ejemplar adulto puede medir cerca de 1,2 metros de longitud y alcanzar hasta 60 centímetros de altura. Su peso varía entre 35 y 66 kg, siendo las hembras, en promedio, un poco más robustas que los machos. Aunque sus antepasados extintos eran aún más impresionantes, llegando a igualar o incluso superar el tamaño de un oso grande, el capibara moderno sigue destacando en el reino animal por sus dimensiones únicas y su imponente presencia entre los roedores.

Aunque el capibara se desplaza con facilidad en tierra firme, es en el agua donde demuestra sus mejores habilidades. Este roedor es un excelente nadador y puede permanecer sumergido durante varios minutos para escapar de posibles depredadores. Incluso es capaz de dormir en el agua, dejando únicamente la nariz fuera para respirar.

Durante los días calurosos suele refrescarse en ríos, lagunas o en el lodo, lo que además lo protege de los insectos. Su rutina diaria combina las inmersiones en el agua para descansar con largos periodos de pastoreo, especialmente al amanecer y al atardecer.

En relación con el dato anterior, el capibara posee un cuerpo perfectamente adaptado para la vida semiacuática. Su forma robusta, cilíndrica y sin cola le proporciona flotabilidad y estabilidad en el agua. Los ojos, las orejas y las narinas están ubicados en la parte superior de la cabeza, lo que le permite observar el entorno mientras permanece casi completamente sumergido. Las patas traseras, ligeramente más largas que las delanteras y parcialmente palmeadas, facilitan la natación. Su pelaje es áspero y fino, lo que le ayuda a mantener la temperatura corporal y protege su piel durante el contacto frecuente con el agua y el lodo.

Otra de las curiosidades del carpincho es que la vida en sociedad es esencial para él. Estos animales suelen organizarse en grupos estables de alrededor de 10 a 20 individuos, que incluyen machos, hembras y crías. Cada grupo defiende un territorio con zonas de pastoreo y acceso al agua, y entre los machos se establece una jerarquía clara, marcada por persecuciones y, en raras ocasiones, por peleas. En épocas de sequía, cuando los recursos hídricos se concentran, es común que varios grupos coincidan y formen grandes agregaciones que pueden superar los 100 individuos.

Los capibaras poseen un repertorio vocal bastante variado que les permite mantener la cohesión dentro del grupo. Aunque aún no se comprenden del todo los propósitos de cada sonido, se sabe que las crías emiten vocalizaciones casi constantes para mantenerse en contacto con los adultos. Entre los mayores, la comunicación también es frecuente; por ejemplo, emiten ladridos cortos que suelen funcionar como señal de alarma ante un peligro, provocando que el grupo entero busque refugio en el agua. Además, utilizan chirridos, bufidos, silbidos e incluso suaves ronroneos en distintas interacciones sociales, lo que refleja la complejidad de su vida comunitaria.

Además de los sonidos, el olfato cumple un papel crucial en la vida social del capibara. Los machos poseen una glándula especial en el hocico llamada morillo, que secreta un líquido blanquecino con el que impregnan ramas, arbustos o incluso su propio cuerpo. Este olor funciona como una huella olfativa que comunica jerarquía, territorio y disposición reproductiva. Tanto machos como hembras cuentan, además, con glándulas anales que liberan secreciones químicas únicas en cada individuo. Gracias a ellas, los capibaras pueden reconocerse entre sí, mantener la cohesión del grupo y reforzar la estructura social mediante señales químicas invisibles, pero muy efectivas. ¿Conocías esta curiosidad del carpincho?

Los capibaras son estrictamente herbívoros y se alimentan principalmente de pastos, plantas acuáticas, frutas y corteza de árboles. Su alimentación es muy selectiva, ya que eligen cuidadosamente algunas especies de hojas y dejan otras a su alrededor. Durante la estación seca consumen una mayor variedad de plantas debido a la escasez de alimento, mientras que en la húmeda se concentran en los pastos más abundantes. Además, los capibaras practican la cecotrofia, que consiste en ingerir sus propias heces para aprovechar las bacterias intestinales y extraer proteínas y vitaminas.

En este otro artículo te contamos todos los detalles: "¿Qué comen los capibaras?".

Los capibaras presentan un sistema de apareamiento poligínico y promiscuo, en el que los machos dominantes buscan monopolizar a las hembras, aunque en grupos grandes esto puede resultar difícil. Se reproducen a lo largo de todo el año, pero los picos de actividad coinciden con el inicio de la temporada de lluvias. Cuando una hembra entra en celo, un macho la sigue de cerca hasta que otro más dominante lo reemplaza. La cópula ocurre en el agua y se repite varias veces por ciclo.

Tras 150 días de gestación, nacen camadas de 2 a 8 crías, que son precoces y comienzan a pastar apenas a la semana de nacer, siendo destetadas alrededor de los tres meses.

El capibara desempeña un papel ecológico clave en muchos ecosistemas sudamericanos. Al ser la principal especie de gran tamaño que pasta en varias regiones, puede influir significativamente en la estructura y composición de la vegetación. Además, mantiene relaciones mutualistas y comensales con diversas aves, que se alimentan de los insectos presentes en su pelaje o que levantan del pasto mientras los capibaras pastan.

Por otro lado, los capibaras constituyen una fuente importante de alimento para numerosos depredadores, integrándose de manera esencial en las redes tróficas y contribuyendo al equilibrio ecológico de sus hábitats. Aun así, es un animal tan amigable y sociable, que incluso se ha observado capibaras conviviendo de forma pacífica con cocodrilos y caimanes. Su temperamento tranquilo y confiable hace que no lo vean como una amenaza. Así mismo, a pesar de que capibaras y cocodrilos comparten espacios (ríos y lagunas) y los carpinchos podrían resultar una presa, los cocodrilos prefieren invertir su energía en atacar a presas más fáciles. Recordemos que un capibara adulto tiene un tamaño bastante imponente.

A pesar de que su población es estable, lamentablemente el capibara enfrenta la presión de la caza para carne y cuero. Su piel es apreciada en varios países sudamericanos, y en el pasado se exportó casi 80.000 ejemplares, una cifra realmente alarmante. La caza llegó a provocar la reducción de algunas poblaciones locales. Aunque la cría en cautiverio ha ayudado a disminuir la presión sobre los animales silvestres, es importante reflexionar antes de participar en su persecución para beneficio humano. Los capibaras deben vivir en su hábitat natural, siendo animales libres. Aquí te contamos cómo es: "¿Dónde viven los capibaras?".

¿Conocías todas estas curiosidades del carpincho? ¡Dínoslo en los comentarios!

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