Bull Terrier Inglés Miniatura

Tienen un hocico muy característico y alargado, al igual que ojos y orejas triangulares. Tienen un aspecto único e inconfundible. El tamaño del Bull Terrier Miniatura es considerablemente inferior al del Bull Terrier, mide aproximadamente entre30 y 35 centímetros a diferencia de los 55 centímetros o más que encontraremos en el Bull estándar, además llegará a alcanzar los 20 kg de peso como máximo.

El Bull Terrier Miniatura es un perro juguetón, activo, comprensivo y tozudo. Le gusta trastear e incluso es un poco perezoso. Sociable y familiar, es muy fiel a su manada e incluso sobreprotector.

Aunque es un perro muy resistente a enfermedades, los continuos cruces que sufre la raza para perpetuar ciertas características hacen que desarrolle problemas hereditarios. Las enfermedades más comunes son: la luxación del cristalino, insuficiencia renal, displásia mitral y estenosis aórtica.

Estamos ante un perro activo y enérgico que necesitará ejercicio diario y regular para no perder su forma física. El pelo, corto y liso deberá cepillarse regularmente para no perder su esplendor y en meses de frío le abrigaremos con un pequeño abrigo, pues son sensibles al frío. Necesitan muchas atenciones y sufren de soledad. Es entonces cuando tienden a destrozar todo lo que encuentran a su paso. Son adaptables a pequeños apartamentos.

Con los niños es bueno y al ser de tamaño reducido existen menos riesgos de que uno de los dos sufra daños. Debemos educar a los pequeños de la casa para que aprendan a jugar con él sin lastimarle ni hacerle enfadar. Se trata de un perro paciente y bueno pero como todos los animales, a veces son impredecibles. Si el animal está bien educado y socializado no existe riesgo alguno por el que debamos temer.

El Bull Terrier Miniatura tiene tendencia a perseguir pequeños animales como palomas, siempre debe ir atado por la ciudad y debemos extremar la precaución y vigilarlo en entornos dónde el perro ande suelto.

Es un perro difícil de adiestrar, necesitarás mucha paciencia y cariño. También le costará un tiempo darse cuenta de quién es el líder de la manda por su dominancia innata, pero poco a poco el perro comprenderá el rol.

En el siglo 19 en Inglaterra existía un extraño "deporte" en el que se apostaba por cazar y matar ratas. Esta pequeña raza era extremadamente buena en ello. Afortunadamente más adelante, en la época victoriana se volvieron obsoletos estos ridículos clubes de apuestas y se empezaron a popularizar los concursos caninos.

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