Tipos de peces betta

Aunque solemos asociar al pez betta con una sola imagen —un ejemplar de colores brillantes y aletas exuberantes—, en realidad el género Betta es mucho más amplio y diverso. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), actualmente se reconocen 71 especies dentro de este género.

Cada especie posee características propias que la distinguen, desde sus patrones de comportamiento hasta sus hábitats naturales. Esta variedad nos recuerda que el mundo de los peces betta no se limita a lo ornamental; por el contrario, es un grupo fascinante, lleno de diversidad y con aspectos ecológicos que vale la pena conocer.

Detrás de la belleza de los peces betta hay una historia evolutiva que los ubica dentro del gran árbol de la vida. Su clasificación taxonómica es la siguiente:

• Reino: Animalia
• Filo: Chordata
• Clase: Actinopterygii (peces con aletas radiadas)
• Orden: Perciformes
• Familia: Osphronemidae
• Género: Betta

Dentro del género, como ya mencionamos, se agrupan 71 especies diferentes, caracterizadas por su capacidad de respirar aire atmosférico gracias a un órgano llamado laberinto. Esta particularidad los hace únicos y muy adaptables, incluso en entornos donde otros peces no podrían sobrevivir.

Un aspecto importante sobre la clasificación de los peces betta es que el orden puede variar según la fuente taxonómica consultada. Tradicionalmente, se han incluido en el orden Perciformes, el más ampliamente aceptado. Sin embargo, otras revisiones de la taxonomía de peces, como las de FishBase, han propuesto moverlos al orden Anabantiformes, que agrupa de manera más específica a los peces con órgano laberíntico.

A continuación, presentamos una lista de especies del género Betta que han sido especialmente estudiadas y que aparecen en la Lista Roja de la UICN en diferentes categorías de riesgo:

• Betta anabatoides: menor preocupación.
• Betta burdigala: en peligro crítico de extinción.
• Betta pinguis: en peligro crítico de extinción.
• Betta rutilans: en peligro crítico de extinción.
• Betta persephone: en peligro de extinción.
• Betta livida: en peligro de extinción.
• Betta miniopinna: peligro crítico de extinción.
• Betta simplex: peligro crítico de extinción.
• Betta spilotogena: en peligro de extinción.
• Betta uberis: vulnerable.
• Betta macrostoma: vulnerable.
• Betta chloropharynx: peligro crítico de extinción.
• Betta chini: en peligro de extinción.
• Betta tomi: en peligro de extinción.
• Betta coccina: vulnerable.
• Betta foerschi: en peligro de extinción.
• Betta schalleri: en peligro de extinción.
• Betta brownorum: vulnerable.
• Betta splendens: menor preocupación.
• Betta imbellis: menor preocupación.

El Betta splendens naturalmente suele presentar colores verde, marrón o gris, y su atractivo inicial se debía a su comportamiento de lucha. Esta especie llegó a Europa a finales del siglo XIX, cuando comenzó a criarse en acuarios, y desde allí su fama fue creciendo. A inicios del siglo XX ya era conocida en varias regiones. Aunque originalmente se criaba por su agresividad —de ahí su nombre común de pez luchador—, con el tiempo se convirtió en un símbolo de belleza acuática.

El cambio ocurrió cuando los criadores comenzaron a seleccionar ejemplares por sus colores vibrantes, formas de aleta y elegancia, dando lugar a variedades llamativas. Su popularidad fue tal que, en 1967, se fundó el Congreso Internacional del Betta, un grupo dedicado a preservar su diversidad y bienestar. Actualmente, el Betta splendens es el favorito de muchos por su estética y está presente en numerosos acuarios y estanques artificiales.

Las diferencias entre los tipos de peces Betta splendens van mucho más allá del color. Lo que define a cada variedad es una combinación única de tres elementos: coloración, patrón y forma de las aletas.

Por ejemplo, un betta puede ser completamente rojo (color sólido), tener aletas que parecen alas de mariposa (patrón mariposa) y una cola en forma de media luna que se abre como un abanico perfecto (forma Halfmoon). Otro ejemplar puede presentar un cuerpo moteado e inestable en su color (mármol), con aletas cortas tipo plakat, similares a las de sus ancestros salvajes.

Diferencias comportamentales

También existen diferencias en comportamiento. Algunos estudios sugieren que los machos de tonos azules pueden ser más agresivos, mientras que las hembras parecen inclinarse por machos rojos a la hora del apareamiento.

Asimismo, las variedades con aletas más grandes, como la cola de rosa o de plumas, suelen tener mayor dificultad para nadar con agilidad, lo que las hace más delicadas.

Aunque los bettas son peces resistentes, requieren cuidados específicos para mantenerse sanos y lucir su belleza. Necesitan agua cálida, entre 24 y 28 °C, limpia y con un pH cercano a 7.0. A pesar de poder respirar aire gracias a su órgano laberinto, no deben vivir en agua sucia; por ello, se recomienda usar filtros suaves y plantas naturales. Aquí encontrarás todos los "Cuidados del pez betta".

El acuario debe tener al menos 20 litros, ya que los recipientes pequeños limitan su bienestar. Los machos son territoriales y no deben convivir con otros machos ni con peces llamativos. Las hembras, en cambio, son más sociables, aunque su compatibilidad depende del carácter de cada ejemplar. Machos y hembras solo deben juntarse para reproducirse, y siempre bajo vigilancia.

Aquí te contamos "Cuáles son los peces compatibles con el betta".

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