Avispa velutina o asiática

Veamos las características de la avispa velutina o asiática:

• Tamaño: es más pequeña que la avispa europea. Las reinas alcanzan aproximadamente 3 cm de longitud, los machos unos 2,4 cm y las obreras alrededor de 2 cm, lo que las hace relativamente pequeñas en comparación con otras especies del mismo género.
• Coloración: presenta un aspecto oscuro y aterciopelado, con el tórax de tono marrón oscuro o negro. El abdomen es marrón y muestra bandas amarillas finas en los bordes posteriores de los segmentos, excepto en el cuarto segmento, que se distingue por su color anaranjado intenso. Su coloración puede variar según la región, por lo que en el pasado se pensó que existían diversas subespecies. Sin embargo, los estudios taxonómicos más recientes han definido que se trata simplemente de variaciones locales, sin llegar al nivel de subespecie.
• Cabeza: la cabeza es negra y el rostro amarillo, lo que contrasta con el resto del cuerpo.
• Patas: una de sus características más visibles son sus tarsos amarillos, razón por la cual también se le conoce como avispa de patas amarillas.
• Alas y abdomen: se caracteriza por tener las alas plegadas longitudinalmente en reposo y un abdomen compacto en su parte anterior, rasgo propio del grupo.

La avispa de patas amarillas es nativa del sudeste asiático, habitando originalmente regiones como China, Taiwán, Vietnam, Malasia y Laos, entre otras. En estas áreas, esta especie vive en entornos rurales y semiurbanos con condiciones subtropicales, donde suele establecerse en zonas con vegetación arbórea relativamente densa, disponibilidad de presas voladoras como alimento y condiciones climáticas que permiten a las colonias mantener actividad prolongada durante la temporada cálida.

Sin embargo, la avispa velutina ha sido introducida en otras regiones y ha demostrado una notable adaptabilidad ecológica, convirtiéndose en una especie invasora de importancia. En Europa, por ejemplo, ha colonizado tanto espacios urbanos como periurbanos y áreas forestales, ubicando sus nidos en edificaciones, árboles altos y márgenes de bosques, a menudo cerca de zonas con actividad humana o agrícola. También puede desarrollarse en áreas costeras o cercanas a cuerpos de agua, si las condiciones lo permiten.

Durante su fase invasora, esta avispa tiende a construir sus nidos en lo alto de los árboles, generalmente por encima del dosel vegetal o en la periferia de los bosques, pero también en estructuras artificiales como aleros, edificaciones o farolas. Por ello, se sugiere que los entornos humanizados pueden facilitar su establecimiento.

La actividad de las obreras es mayor durante las horas más cálidas del día, momento en que la disponibilidad de presas también es mayor. Aunque no tienen costumbres exageradas con respecto a la territorialidad, las avispas asiáticas defienden con agresividad el espacio inmediato al nido, reaccionando de forma colectiva ante cualquier perturbación.

Uno de los rasgos más característicos de la avispa velutina es su capacidad para reorganizar sus hábitos según las condiciones locales. En regiones urbanas o cercanas a las ciudades, aprovecha la abundancia de refugios artificiales, fuentes humanas de alimento y la presencia de colmenas. En áreas forestales, se beneficia de árboles altos y abundancia de insectos. Esta flexibilidad conductual ha sido un factor determinante en su éxito como especie invasora.

Esta especie es carnívora y tiene hábitos depredadores y oportunistas. Se alimenta de una amplia variedad de presas voladoras, aunque muestra una marcada preferencia por las abejas melíferas. Las obreras suelen apostarse en las inmediaciones de las colmenas, donde capturan a las abejas en pleno vuelo, acción que no solo reduce la población de estos insectos, sino que también altera su actividad normal.

Además, consume otros artrópodos (avispas, arañas, mariposas...) y recurre a fuentes de carbohidratos como frutas maduras, secreciones vegetales y sustancias azucaradas, especialmente cuando necesita energía rápida para sostener la intensa actividad de la colonia.

La depredación de abejas melíferas por parte de la avispa velutina se ha convertido en un foco de preocupación por el impacto que esto tiene en la dinámica de los ecosistemas.

El ciclo de vida de la avispa asiática sigue un patrón similar al de otras especies del género Vespa.

Origen y fase de reina fundadora

Cada colonia se origina a partir de una única reina fundadora, responsable de iniciar la construcción del nido y de poner los primeros huevos. Este periodo inicial, conocido como fase de colonia de reina, es crítico, ya que la fundadora trabaja sola y permanece expuesta hasta que nacen las primeras obreras.

Crecimiento de la colonia

Cuando las obreras emergen, asumen las tareas de alimentación, defensa y ampliación del nido, lo que permite un crecimiento rápido durante los meses cálidos. A lo largo de la primavera y el verano, la colonia puede alcanzar varios miles de individuos.

Con la llegada del otoño, el nido alcanza su máximo desarrollo, tanto en tamaño como en número de individuos. En esta etapa se concentra la producción de hembras reproductoras y machos, cuya función principal es la reproducción y dispersión. Se ha observado que, en promedio, se generan muchos más machos que potenciales reinas hacia el final de la temporada.

Fin de temporada

Aunque en ocasiones se han encontrado larvas vivas en nidos durante el invierno, estas no prosperan. Una vez que el clima se enfría, las obreras y los machos mueren, mientras que las nuevas reinas son las únicas que logran hibernar y sobrevivir al invierno. Al llegar la primavera siguiente, las reinas fecundadas son las que reinician el ciclo, creando nuevas colonias.

Tipos de nidos

Estas avispas construyen dos tipos de nidos, denominados primarios y secundarios. Los nidos primarios suelen ubicarse en espacios resguardados y de fácil acceso, mientras que los nidos secundarios se levantan en lugares altos, como árboles, estructuras urbanas o márgenes de bosques, desde donde las obreras pueden vigilar y forrajear en amplios territorios. Esta flexibilidad en la elección de la construcción de los nidos contribuye a su rápida expansión en ambientes tanto naturales como humanizados.

La avispa asiática, aunque no suele atacar sin motivos, no dudará en defender el nido de forma coordinada y rápida. Esta conducta defensiva, sumada al numeroso tamaño de algunas colonias, explica parte del riesgo que representan para personas y animales.

Estas avispas tienen un poderoso aguijón, que puede causar fuerte dolor, además del veneno típico que poseen. En este sentido, el ataque de varios de estos insectos, o incluso unos pocos, puede ser peligroso, especialmente para personas alérgicas y animales. Por eso es muy importante no acercarse a estos nidos cuando se identifican y contactar a personal especializado si están en zonas transitadas por personas.