¿Cómo mueren los gatos con leucemia?

Para responder a esta pregunta, primero debemos entender cómo es la enfermedad. La leucemia felina está causada por el virus de la leucemia felina (FeLV), un retrovirus de ARN monocatenario que contiene la transcriptasa inversa, una enzima que copia su propio material genético en ADN de doble cadena para integrarse en las células del gato infectado, formando un provirus. Este queda latente en el genoma de las células del felino y puede reactivarse bajo condiciones de inmunosupresión. El FeLV tiene predilección por las células hematopoyéticas y, tras el contagio, se replica en los linfocitos y macrófagos de la orofaringe del gato. No todos los felinos con leucemia mueren poco tiempo después de la infección, ya que pueden darse varios escenarios según el grado de inmunocompetencia del animal.

En el mejor de los casos, algo que ocurre en un 20-30% de los gatos, el sistema inmunológico logra controlar la infección, restringiéndola a la cavidad oral. Por otro lado, entre el 70-80% de los felinos son no inmunocompetentes: algunos pueden llegar a eliminar la infección en un plazo máximo de tres semanas, mientras que otros desarrollan una viremia persistente en la que el virus alcanza la médula ósea, provocando los síntomas más graves de la enfermedad y pudiendo causar la muerte en un corto período de tiempo. A veces puede presentarse una forma discordante, en la que el virus permanece latente en órganos como la vejiga, los ojos, las glándulas mamarias o las glándulas salivales. También existen gatos que consiguen eliminar la infección de la sangre, aunque el virus logre llegar a la médula ósea, donde permanece latente.

Por lo tanto, si el gato es asintomático o presenta una infección latente, puede tener una esperanza de vida superior a cinco años. En cambio, los gatos con infección aguda y síntomas como anemia, infecciones o tumores suelen tener una esperanza de vida más corta, que puede variar de semanas a meses, dependiendo de la gravedad del cuadro y del tratamiento aplicado.

El virus de la leucemia felina (FeLV) debilita el sistema inmune del gato y altera la producción de células en la médula ósea, afectando principalmente a las células sanguíneas. Esto puede provocar anemia o una disminución de plaquetas y glóbulos blancos, lo que dificulta la coagulación de la sangre y reduce las defensas, haciendo que nuestros pequeños felinos sean más susceptibles a infecciones y a enfermedades oportunistas, como infecciones de las vías urinarias bajas, abscesos, rinotraqueítis, gingivitis, otitis, demodicosis, toxoplasmosis, neumonías, conjuntivitis o infecciones cutáneas.

El FeLV también puede inducir la aparición de tumores, especialmente leucemias y linfomas, al alterar el ADN de las células y favorecer su proliferación descontrolada. Además, en las hembras gestantes puede provocar reabsorciones fetales, abortos, endometritis o muerte neonatal, mientras que en las gatas en edad fértil puede causar problemas de celo o infertilidad. Por último, el virus también puede ser responsable de problemas neurológicos, como alteraciones en la movilidad o el comportamiento, dilatación de pupilas, anisocoria, vocalizaciones, paresia, parálisis e incontinencia urinaria.

Cuando un gato con leucemia está muriendo, su cuerpo muestra un deterioro progresivo evidente, reflejado en síntomas como un profundo letargo que lo lleva a descansar o dormir la mayor parte del tiempo, respondiendo muy poco a los estímulos debido a la debilidad extrema. También suele presentar respiración rápida o irregular con dificultad, además de una pérdida de peso severa o caquexia, ya que pierde gran parte de su grasa y masa muscular.

Otros signos comunes en gatos al borde de la muerte por leucemia son encías azuladas a causa de la mala oxigenación o de una anemia grave, vómitos o diarrea persistentes, desorientación, síntomas neurológicos o falta de control de esfínteres. Asimismo, muchos gatos en esta etapa tienden a aislarse, buscando lugares escondidos o apartados para permanecer en soledad.

Aquí te contamos por qué suelen aislarse: "Síntomas de un gato que se muere".

¿Cómo muere un gato con leucemia?

Ya hemos comentado cómo evoluciona la enfermedad y cómo puede producirse la muerte, generalmente como resultado de una combinación de deterioro progresivo del sistema inmune, infecciones y fallos orgánicos. Esto provoca anemias graves que dejan al gato fatigado y con dificultades para respirar. El sistema inmune debilitado favorece la aparición de infecciones en distintos órganos que ya no pueden combatirse y, al dejar de ingerir alimento, se produce deshidratación, lo que acelera aún más el deterioro.

Muchos gatos mueren de forma natural, debilitándose poco a poco hasta quedarse dormidos para siempre. Sin embargo, en otros casos, el dolor y el sufrimiento que experimentan hacen recomendable considerar una eutanasia humanitaria.

A continuación, resolveremos algunas dudas más relacionadas con cómo mueren un gato con leucemia:

¿Qué siente un gato con leucemia avanzada?

Un gato con leucemia en estado avanzado presenta un deterioro significativo debido al daño progresivo en su sistema inmunológico y en sus órganos vitales, lo que provoca diversas alteraciones en su organismo, dejándolo realmente mal y con extrema debilidad.

¿Cómo acompañar a un gato con leucemia en su etapa final?

En la etapa final de un gato con leucemia felina, es normal que el animal se encuentre débil, dolorido y molesto. Por ello, es fundamental ofrecerle todo el confort posible, cariño y tranquilidad, asegurando un lugar seguro y resguardado donde pueda sobrellevar sus últimos días con el menor estrés posible.

¿Debo considerar la eutanasia si mi gato tiene leucemia avanzada?

Sí, la eutanasia puede ser un acto humanitario o compasivo ante un gato que ya no tiene calidad de vida y está sufriendo innecesariamente debido a que la enfermedad está muy avanzada o le causa mucho dolor y malestar. Aunque se trate de una decisión sumamente difícil para el cuidador, en ocasiones es la mejor opción para garantizar una muerte tranquila y sin dolor, acompañado de sus personas favoritas.

Aquí te contamos cómo es: "La eutanasia en gatos".

¿Cómo sobrellevar la pérdida de un gato con leucemia?

Como ocurre con cualquier otra causa de muerte de un gato, superar el fallecimiento de nuestro compañero de vida es muy duro y doloroso. Debes permitirte sentir y atravesar ese duelo sin culpa, recordando que hiciste todo lo posible por su bienestar y lo cuidaste hasta el último momento. Puedes hablar con personas que estén pasando por lo mismo y, si lo necesitas, buscar apoyo psicológico para ayudarte a superar su pérdida.

¿Pueden contagiarse otros gatos tras la muerte de uno con leucemia?

El virus de la leucemia felina no se caracteriza por ser muy resistente en el medio ambiente, pero si un gato ha muerto a causa de la enfermedad, es posible que durante un corto tiempo el virus permanezca en los utensilios o en las camas que solía utilizar. Por ello, antes de introducir nuevos gatos en el hogar, es recomendable limpiar y desinfectar bien la casa para asegurarnos de que no quede rastro del virus que pueda convertirse en una fuente de contagio.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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