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Enfermedades renales en gatos

 
Laura García
Por Laura García, Veterinaria en medicina felina. 8 octubre 2025
Enfermedades renales en gatos
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Las enfermedades renales son un problema de salud frecuente en nuestros gatos, especialmente en aquellos de edad avanzada, y afectan de forma negativa su salud y calidad de vida. Los riñones son órganos indispensables para filtrar las toxinas de la sangre, mantener el equilibrio electrolítico y regular la presión arterial. Por ello, cuando se producen enfermedades en estos órganos, el impacto en la salud es considerable. Aunque la más común suele ser la enfermedad renal crónica, existen distintas afecciones que pueden comprometer la función renal. Si quieres saber más sobre las enfermedades renales en gatos, sus síntomas y posibles tratamientos, continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal.

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Índice
  1. Enfermedad renal aguda
  2. Enfermedad renal crónica
  3. Pielonefritis
  4. Glomerulonefritis
  5. Cálculos renales
  6. Enfermedad renal poliquística
  7. Neoplasia renal
  8. Preguntas frecuentes sobre las enfermedades renales en gatos

1. Enfermedad renal aguda

La enfermedad renal aguda es una de las afecciones que puede sufrir el riñón. Consiste en un daño reciente que impide su correcto funcionamiento debido a una alteración en la tasa de filtración, lo que provoca la acumulación de toxinas en el organismo del gato. Esto desequilibra la presión arterial, la osmolaridad sanguínea, el equilibrio ácido-base y el volumen plasmático, generando consecuencias graves para su salud.

Son varias las causas que pueden provocar una insuficiencia renal aguda, entre ellas:

  • Sepsis.
  • Pielonefritis.
  • Hipercalcemia.
  • Leptospirosis.
  • Glomerulonefritis.
  • Insuficiencia cardíaca congestiva.
  • Coagulación intravascular diseminada.
  • Fármacos nefrotóxicos (AINEs, aminoglucósidos).
  • Intoxicación por plantas o por etilenglicol.
  • Lupus eritematoso sistémico.
  • Linfoma renal y otros tumores.

Tratamiento

Para tratar la enfermedad renal aguda en los gatos, es fundamental restablecer el flujo sanguíneo adecuado hacia el riñón, controlar la acidosis metabólica, mejorar la perfusión sanguínea y corregir los desequilibrios electrolíticos. Esto se logra mediante el uso de fluidoterapia en caso de deshidratación. Si existe acidosis metabólica, se puede emplear bicarbonato o Ringer lactato. Asimismo, es importante controlar los niveles de potasio cuando estén alterados, utilizando bicarbonato de sodio o gluconato cálcico según corresponda.

También deben controlarse las náuseas y los vómitos con fármacos como metoclopramida, cimetidina o maropitant. En los casos en los que la función renal se encuentre gravemente dañada, puede ser necesaria la diálisis peritoneal o la hemodiálisis para realizar la filtración de desechos.

2. Enfermedad renal crónica

La enfermedad renal crónica consiste en una pérdida gradual de la funcionalidad renal, ya sea por envejecimiento o por daño progresivo de las nefronas, que son las encargadas de filtrar la orina en el glomérulo renal. A medida que se van perdiendo, las nefronas restantes se "sobreesfuerzan", lo que provoca que poco a poco también se deterioren, empeorando la enfermedad. Esto genera acumulación de toxinas en el organismo, aumento de la presión arterial, desequilibrios electrolíticos y un notable deterioro de la salud y la calidad de vida de nuestros pequeños felinos.

Síntomas

Se trata de una enfermedad frecuente en gatos, especialmente en los mayores de siete años. Entre los principales síntomas de la enfermedad renal crónica en la especie felina se encuentran el síndrome poliuria-polidipsia (beben y orinan más de lo normal), la anemia, la anorexia, los vómitos y el letargo.

Tratamiento

Los fármacos más utilizados en gatos con insuficiencia renal crónica incluyen:

  • Amlodipino, un antihipertensivo para tratar la hipertensión.
  • Benazepril, un inhibidor de la enzima de conversión de la angiotensina, que ayuda a reducir la pérdida de proteínas en la orina (proteinuria).
  • Fluidoterapia en casos de deshidratación.
  • Eritropoyetina, si el recuento de glóbulos rojos es inferior al 20%.
  • Estimulantes del apetito o alimentación forzada en caso de anorexia.
  • Control de hiperfosfatemia mediante pienso renal o quelantes de fósforo.
  • Antieméticos si se presentan vómitos.
Enfermedades renales en gatos - 2. Enfermedad renal crónica

3. Pielonefritis

La pielonefritis felina es otra de las enfermedades que puede afectar los riñones de nuestros gatos y consiste en una infección bacteriana de la pelvis renal y del parénquima del riñón. La principal causa de la pielonefritis es una infección ascendente de bacterias —como Escherichia coli, Staphylococcus, Enterococcus, Proteus o Klebsiella— que viajan desde la vejiga a través de los uréteres hasta llegar al riñón.

Síntomas

Los signos clínicos suelen incluir fiebre intermitente, apatía, letargo, anorexia, orina turbia o con sangre, aumento de la sed y de la micción, vómitos y dolor en la zona lumbar o abdominal.

Tratamiento

El tratamiento indicado en el caso de pielonefritis son los antibióticos, los cuales deben ajustarse según el cultivo y el antibiograma. La duración del tratamiento debe ser prolongada, de 4 a 6 semanas como mínimo, para asegurar que la infección se erradique por completo. Además, puede ser necesaria la fluidoterapia en caso de deshidratación y el uso de antiinflamatorios si hay dolor o inflamación renal significativa.

4. Glomerulonefritis

La glomerulonefritis felina es una enfermedad renal en gatos caracterizada por la inflamación y el daño de los glomérulos renales, que son los filtros del riñón donde se encuentran las nefronas y que se encargan de depurar la sangre y retener proteínas esenciales para el organismo.

Generalmente, la glomerulonefritis en gatos es consecuencia de una respuesta anómala del sistema inmunitario, lo que provoca el depósito de complejos inmunes (antígeno-anticuerpo) en los glomérulos, causando daño e inflamación. Esto puede desencadenarse por enfermedades inflamatorias crónicas, trastornos autoinmunes, infecciones crónicas o neoplasias.

Síntomas

Los signos clínicos suelen ser silenciosos al inicio, pero a medida que la enfermedad avanza pueden aparecer proteinuria o pérdida de proteínas por la orina, pérdida de peso y masa muscular, anorexia, letargo, ascitis y edemas por hipoalbuminemia, hipertensión arterial y otros signos asociados a enfermedad renal crónica.

Tratamiento

El tratamiento de la glomerulonefritis incluye el control de la proteinuria mediante inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, como el benazepril, o bloqueadores de los receptores de angiotensina II, como el telmisartán. Además, es fundamental tratar la causa subyacente de la glomerulonefritis y manejar la enfermedad renal crónica si ya está presente.

 

5. Cálculos renales

Los cálculos o nefrolitos renales en gatos son depósitos duros de minerales que se forman dentro de los riñones y pueden causar daños graves en el órgano afectado. Aunque los nefrolitos renales son menos frecuentes que los vesicales, también pueden aparecer debido a alteraciones en la concentración de la orina o en su pH, a dietas con exceso de minerales, a baja ingesta de agua o a predisposición genética.

En la especie felina, los cálculos más comunes son los de oxalato cálcico, que son duros, no se disuelven y predominan en el riñón, y los de estruvita, que contienen fosfato amónico-magnésico y suelen formarse más frecuentemente en la vejiga.

Síntomas

Los cálculos renales pueden provocar síntomas como dolor abdominal o lumbar, hematuria, vómitos, micción frecuente o dificultosa, letargo e incluso anorexia.

Tratamiento

El tratamiento de los cálculos renales depende en gran medida del tipo de cálculo:

  • Los cálculos de estruvita pueden disolverse mediante dieta renal.
  • Los cálculos de oxalato cálcico suelen requerir cirugía, ya sea mediante nefrotomía o ureterotomía en caso de obstrucción grave del flujo de orina. En centros especializados, también se puede realizar una intervención llamada litotricia, que consiste en la fragmentación de los cálculos mediante láser o ultrasonido.

Además, es importante aumentar la hidratación del gato, controlar el dolor y proporcionar soporte renal en los casos en los que la función del riñón esté gravemente comprometida.

Enfermedades renales en gatos - 5. Cálculos renales

6. Enfermedad renal poliquística

La enfermedad renal poliquística es una afección hereditaria y progresiva en la que se forman múltiples quistes llenos de líquido dentro del tejido renal. Estos quistes aumentan de tamaño hasta reemplazar el tejido funcional del riñón afectado, provocando pérdida de funcionalidad y, en muchos casos, el desarrollo de enfermedad renal crónica. La enfermedad se produce por una mutación en el gen PKD1, que se transmite de manera autosómica dominante; por lo tanto, si uno de los progenitores posee la mutación, las crías pueden heredarla. Las razas con mayor frecuencia de esta mutación son los gatos persas, los exóticos de pelo corto, los himalayos y los británicos de pelo corto.

Síntomas

Los gatos con enfermedad renal poliquística pueden permanecer asintomáticos durante muchos años, hasta que se desarrolla la enfermedad renal crónica. En ese momento, pueden aparecer signos clínicos como poliuria-polidipsia, vómitos, mal estado del pelaje, letargo, pérdida de apetito, proteinuria, anemia o hipertensión.

Tratamiento

No existe cura para la enfermedad renal poliquística, por lo que el tratamiento es sintomático y tiene como objetivo retrasar la progresión de la enfermedad. Este tratamiento incluye el uso de suplementos de omega 3, vitaminas del complejo B, fluidoterapia, dietas renales bajas en fósforo y proteínas, control de la hipertensión con amlodipino si está presente, manejo del dolor en caso de quistes dolorosos y reducción de la proteinuria mediante fármacos como el benazepril.

7. Neoplasia renal

La neoplasia o tumor renal es otra de las enfermedades que pueden afectar los riñones de los gatos y, aunque poco frecuente, es particularmente grave. Puede ser primaria o secundaria/metastásica, cuando el tumor se origina en otro órgano.

En los gatos, se puede presentar el adenocarcinoma renal, un tumor primario que puede invadir la vena cava o hacer metástasis en nódulos linfáticos, hígado y pulmones, y el linfoma renal, que es el tumor más frecuente, aunque suele ser secundario a otro linfoma sistémico. Este puede afectar ambos riñones y causar enfermedad renal aguda. Además de estos, también pueden presentarse sarcomas, hemangiosarcomas, fibrosarcomas y metástasis de tumores de pulmón o mama, entre otros.

Síntomas

Los síntomas pueden confundirse con los de la enfermedad renal crónica, excepto en casos de dolor o masa palpable, así como la hematuria, que es la presencia de sangre en la orina.

Tratamiento

El tratamiento de los tumores renales dependerá del tipo de tumor, de la gravedad y del estado general de nuestro compañero felino. En el caso del adenocarcinoma renal, la extirpación del riñón afectado es el tratamiento indicado, siempre que el otro riñón sea funcional. En el caso del linfoma renal, suele emplearse principalmente la quimioterapia.

Por otro lado, en los tumores metastásicos o aquellos que son bilaterales y muy avanzados, el tratamiento será paliativo, centrándose en el control del dolor, el soporte renal y la correcta hidratación y nutrición del gato.

Preguntas frecuentes sobre las enfermedades renales en gatos

Para finalizar, responderemos algunas preguntas que los cuidadores de gatos con enfermedades renales suelen hacerse, o que surgen en quienes son conscientes de la importancia de estas afecciones en nuestros pequeños felinos.

¿Por qué los gatos sufren enfermedades renales?

Los gatos son especialmente susceptibles a sufrir enfermedades renales debido a una combinación de factores fisiológicos, anatómicos, genéticos y de estilo de vida. Para empezar, nuestros pequeños felinos descienden del gato salvaje del desierto, un felino que apenas bebía agua y la obtenía de sus presas. Esta característica persiste en cierta medida en los gatos domésticos, que no suelen beber mucha agua a pesar de alimentarse principalmente con pienso seco.

Además, los riñones de los gatos, al igual que los de sus ancestros del desierto, son muy eficientes para concentrar la orina y ahorrar agua. Sin embargo, esta capacidad de concentración los hace más vulnerables a daños renales acumulativos, infecciones urinarias y formación de cálculos.

Por otro lado, también pueden intervenir factores genéticos, como en el caso de la enfermedad renal poliquística en gatos de razas como persa, himalaya o británica de pelo corto, mientras que otras razas pueden tener mayor predisposición a glomerulopatías o a la formación de cálculos urinarios.

¿Las enfermedades renales en gatos se pueden prevenir?

Las enfermedades renales son muy difíciles de prevenir, especialmente aquellas asociadas a factores genéticos o los tumores. Sin embargo, parece posible reducir el riesgo y retrasar la aparición de algunas enfermedades mediante medidas de prevención y cuidado. Una de las más importantes es asegurar una adecuada hidratación, ofreciendo siempre agua limpia y fresca, agua en movimiento mediante fuentes para gatos o empleando snacks, leche (sin lactosa) o alimento húmedo diseñados para aportar hidratación.

Otra medida es mantener a nuestros gatos activos, evitando el sedentarismo, y realizar chequeos veterinarios anuales, especialmente a partir de los 7 años. Estos controles deben incluir análisis de sangre y orina para evaluar parámetros como la densidad urinaria, la creatinina, la urea y, de manera especialmente importante, el SDMA.

¿Qué pronóstico y calidad de vida tienen los gatos con enfermedades renales?

El pronóstico y la calidad de vida de los pequeños felinos que padecen enfermedades renales dependerá de varios factores, como la enfermedad en cuestión y su fase de gravedad, la edad y el estado general del gato, las enfermedades concomitantes y las complicaciones que presenten. Por ejemplo, no es lo mismo una enfermedad renal crónica progresiva, que es irreversible, que una enfermedad renal aguda, que puede ser reversible si se identifica a tiempo.

Sin embargo, cuando la enfermedad renal crónica se maneja correctamente, los gatos afectados pueden vivir meses e incluso años con una adecuada calidad de vida. El pronóstico será mejor o peor según la fase de la enfermedad y las complicaciones presentes. Del mismo modo, si el gato tiene enfermedades concomitantes, el pronóstico es más reservado, ya que su salud se ve más comprometida, al igual que en casos de tumores graves que afectan a ambos riñones.

Por este motivo, es fundamental mantener a tu gato controlado sanitariamente mediante revisiones rutinarias en el centro veterinario, para actuar a tiempo si alguna enfermedad renal se manifiesta. Además, es importante estar atento a los síntomas mencionados previamente y actuar rápidamente, con el fin de reducir el riesgo de complicaciones y mejorar el pronóstico de la enfermedad que pueda padecer tu compañero felino.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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