¿Es legal tener un gato caracal en España?
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Por desgracia, son muchas las personas que solo se fijan en aspectos estéticos o exóticos de los animales a la hora de escogerlos como compañía. Este hecho y la falta de escrúpulos de aquellas que comercian con especies silvestres está provocando un aumento de la presencia de animales no domésticos en los hogares, con los riesgos que esto supone tanto para el propio animal como para las personas o el entorno.
La ley está siendo insuficiente para regular este mercado, aunque existe legislación clara al respecto. Uno de los animales que se encuentra en esta situación es el caracal, un felino que habita regiones de África y Asia. Pero, ¿es legal tener un gato caracal en España? Lo explicamos en este artículo de ExpertoAnimal.
Normativa sobre la tenencia de caracales en España
Para saber si es legal tener un gato caracal en España, hay que acudir a la normativa, es decir, a la legislación vigente en este momento. En este caso, se trata de la Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales. Esta ley, en su artículo 3, considera que:
"En todo caso perros, gatos y hurones, independientemente del fin al que se destinen o del lugar en el que habiten o del que procedan, serán considerados animales de compañía".
Con el término "gatos" se hace referencia a la especie Felis catus, que es el gato doméstico de sobra conocido, y no al caracal (Caracal caracal). Pero, además de los animales mencionados, la ley establece un listado positivo de animales de compañía, que es una "relación de los animales que pueden ser objeto de tenencia como animales de compañía" (artículo 3). De momento, no se ha elaborado este listado, con lo que no podemos saber si el caracal se incluirá o no como animal posible de mantener en el hogar, aunque es bastante probable que no porque se han determinado unos criterios generales para la inclusión de una especie en este listado (artículo 36) entre los que se incluye que:
"Los individuos de las especies deberán poder mantenerse adecuadamente en cautividad".
"No se incluirán en el listado positivo de animales de compañía aquellas especies de animales respecto de los cuales existan dudas razonables acerca de la posibilidad de mantenerlas y cuidarlas adecuadamente en cautividad".
Como veremos, este es el caso del caracal. Además, este mismo artículo señala que:
"Debe existir documentación científica de referencia o información bibliográfica disponible sobre el adecuado alojamiento, mantenimiento y cuidado en cautividad del animal en particular o de otra similar, así como de su cría en cautividad".
"Sólo se incluirán en el listado positivo de animales de compañía especies de animales que no supongan riesgos para la salud o seguridad de las personas u otros animales, o ningún otro peligro razonable concreto".
Por este motivo, su tenencia se regirá por lo dispuesto en el capítulo III de la citada ley, sobre animales silvestres en cautividad, que determina:
"Queda prohibida la tenencia, cría y comercio de animales de fauna silvestre en cautividad fuera de los supuestos admitidos en esta ley" (artículo 32).
Además, la disposición transitoria segunda, que habla de la prohibición de determinadas especies como animales de compañía, prohíbe la tenencia de "mamíferos silvestres que en estado adulto superen los 5 kg", como sería el caso del caracal. Por supuesto, el incumplimiento de la legislación vigente, aunque sea por desconocimiento, conlleva sanciones que la Ley 7/2023 tipifica como leves, graves o muy graves, en función del daño causado.
Riesgos de tener un caracal como animal de compañía
Hay que saber que el caracal no es un gato doméstico, sino un felino silvestre, salvaje o exótico que, por su condición, presentará unas necesidades específicas, diferentes de las de los gatos domésticos, ya perfectamente adaptados a la vida con los humanos. Por lo tanto, no son animales para tener en casa ni deberían estar en manos de particulares. Su tenencia en entornos domésticos supone una serie de riesgos:
- Seguridad: tanto para las personas como para otros animales, que pueden sufrir ataques, pero, también, para el propio caracal, que puede lesionarse, por ejemplo, al intentar huir, o autolesionarse a consecuencia de un elevado nivel de estrés.
- Entorno natural: la fauna de la zona puede verse dañada por la presencia de un caracal. No olvidemos que es un depredador ágil, veloz y robusto. Además, el mercado negro con animales silvestres supone una amenaza para sus propias poblaciones.
- Bienestar animal: un entorno doméstico no puede cubrir las necesidades básicas de los caracales. Por ello, empeñarse en mantenerlos en una casa solo les provocará sufrimiento. Un sufrimiento innecesario que se manifestará en conductas de evitación, miedo, destructividad y, en general, estrés.
Consecuencias legales de tener un caracal de forma ilegal
Hacerse con un caracal en la actualidad, con la normativa vigente, supone enfrentarse a la posibilidad de una sanción. Las personas que tenían un caracal antes de la aprobación de la ley que hemos mencionado, la 7/2023, disponían de un plazo de seis meses desde su entrada en vigor para comunicar a las autoridades competentes su presencia.
Estas autoridades "adoptarán las medidas necesarias para su intervención y puesta a disposición a centros de protección de animales silvestres, zoológicos o entidades de protección animal" (disposición transitoria segunda). Los cuidadores de estos animales solo podrían quedarse con ellos "cuando pueda demostrarse que su adquisición o tenencia son anteriores a la aprobación del listado positivo de animales de compañía que les corresponda y que las condiciones de tenencia se consideren adecuadas" (disposición transitoria quinta).
La importancia de respetar la libertad del caracal
El caracal es un animal de la sabana y allí es donde debe vivir. No es apto para permanecer en el hogar ni para la interacción con las personas. Es un depredador salvaje no domesticado ni, por tanto, comparable con un gato doméstico. Necesita un espacio amplio y seguro para evitar fugas, una dieta específica, un entorno complejo en el que desarrollar todos sus instintos, etc.
Cuando no se cubren las necesidades básicas de los caracales, lo que es imposible hacer en el entorno doméstico, el resultado suelen ser problemas de convivencia, que acostumbran a acabar mal para ellos. Así, las consecuencias de una tenencia irresponsable llevan a que muchos de estos felinos acaben en centros de rescate, encerrados de por vida, desaparecidos por fugas o despistes, abandonados o muertos. Los gustos o modas estéticas jamás deben estar por encima del bienestar animal. Son seres vivos a respetar y no simples objetos decorativos.
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- Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar de los animales, disponible en https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2023-7936
