¿Los perros pueden comer cerezas?

En efecto, las cerezas se encuentran en la lista de frutas aptas para los perros, la cual puedes consultar en este otro artículo: "Frutas y verduras buenas para perros". Su valor nutricional y su gran poder antioxidante pueden ofrecer múltiples beneficios para la salud de nuestros canes.

Sin embargo, es fundamental tener en cuenta una serie de consideraciones a la hora de aportar esta fruta a los perros, puesto que de lo contrario, su consumo puede provocar graves perjuicios para su salud. Por ello, te recomendamos que sigas leyendo los siguientes apartados en los que detallaremos la forma y la cantidad en la que se puede incluir esta fruta en la dieta de los perros.

Como ya hemos mencionado, las cerezas son frutas aptas para los perros y pueden aportar diversos beneficios para su salud, entre los que destacan:

• Tienen un valor calórico moderado respecto al de otras frutas, por lo que se pueden incluir a modo de premio en la dieta de los perros, sin que ello incremente considerablemente el aporte energético de su ración.
• Aportan cantidades considerables de fibra. Pese a que el aparato digestivo de los perros no es capaz de digerir la fibra, esta es un nutriente fundamental en su dieta, puesto que crea sensación de saciedad, contribuye al mantenimiento de la microbiota intestinal, regula el transito intestinal y la consistencia de las heces.
• Tienen cantidades apreciables de vitaminas (vitamina C, tiamina, folatos y provitamina A), así como cantidades importantes de potasio y otros minerales en menor proporción, como magnesio, hierro, fósforo y calcio.
• Contienen antocianinas, unas sustancias con poder antioxidante, antiinflamatorio y anticancerígeno.
• Aportan monoterpenos, concretamente, alcohol perílico, un compuesto con actividad antitumoral y antioxidante que protege el organismo frente al envejecimiento celular ocasionado por el ataque de los radicales libres.

Pese a que las cerezas sean frutas buenas para los perros, antes de ofrecerlas es fundamental tener en cuenta las siguientes consideraciones para evitar que su consumo produzca efectos indeseados sobre la salud de nuestros canes.

La pulpa de las cerezas aporta diversos beneficios para los perros, de los cuales hemos hablado en el apartado anterior. Sin embargo, las semillas, las hojas y los tallos (pedúnculos o “rabillos” que unen las cerezas a las ramas) contienen cianuro, un compuesto tóxico que puede generar un cuadro de intoxicación en los perros. Además, las semillas pueden producir asfixia o generar lesiones en la mucosa gastrointestinal. Por todo ello, es importante recalcar que los perros pueden comer cerezas sin semilla, pero nunca con semilla o con el tallo característico que las acompaña.

Para ofrecer a los perros las cerezas de una forma segura, se deben seguir los siguientes pasos:

• Lavarlas con abundante agua para retirar posibles restos de plaguicidas o contaminantes presentes en su superficie.
• Retirar el tallo y la semilla de cada una de las cerezas.
• Cortarlas en pedazos pequeños para evitar atragantamientos.

Por último, debemos señalar que las cerezas únicamente se deben ofrecer frescas, es decir, al natural. Las cerezas preparadas en forma de mermelada, almíbar o similares nunca deben aportarse a los perros debido a su elevado contenido en azúcares.

Aunque la mayoría de los perros suele disfrutar el sabor de la fruta, esto no significa que deban consumirla a diario, debido a su elevado contenido en azúcares. Por ello, la forma más saludable de incluir las cerezas y cualquier otra fruta en la dieta de los perros es esporádicamente, a modo de premio.

En el caso concreto de las cerezas, a modo de referencia, puedes aportar de 2 a 4 unidades (dependiendo del tamaño del perro), una vez a la semana.

Como hemos visto a lo largo del artículo, las cerezas pueden producir una serie de efectos negativos sobre la salud de los perros cuando no se aportan adecuadamente. Así, si un perro come una cereza entera o más cantidad de la recomendada, pueden aparecer estos síntomas:

• Síntomas de intoxicación: los tallos, las hojas y semillas de las cerezas contienen cianuro, un compuesto que produce un cuadro de intoxicación caracterizado por jadeo, disnea, mucosas congestivas (rojizas), midriasis (dilatación pupilar) y shock. Hablamos más en profundidad sobre esto en este otro artículo: "Envenenamiento en perros - Síntomas y primeros auxilios".
• Síntomas de asfixia: se produce por las semillas, o por el propio fruto cuando se ofrece entero, sin trocear.
• Úlceras gastrointestinales: cuando no se retiran las semillas, estas pueden lesionar la mucosa gastrointestinal en su paso por el aparato digestivo.

Existen determinadas situaciones en las que puede resultar contraproducente que los perros consuman cerezas:

• Alergias o intolerancias alimentarias.
• Patologías gastrointestinales.
• Perros con un aparato digestivo especialmente sensible a los cambios de dieta.

Por último, recuerda la importancia de introducir cualquier alimento nuevo en la dieta de tu perro en pequeñas cantidades y vigilar la posible aparición de efectos negativos sobre su salud tras su consumo.

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