Mi perro tiene un grano con pus: causas y qué hacer
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Los perros, al igual que las personas, pueden desarrollar patologías y afecciones cutáneas que incluyen la aparición de granos en la piel. Cuando estos granos contienen pus en su interior, pasan de tener un aspecto seco y rojizo a uno más blanco, amarillento y/o inflamado, pudiendo resultar molestos en algunos casos, aunque esto no siempre es así.
El pus está compuesto por células muertas (especialmente neutrófilos), bacterias y otros desechos orgánicos, como pueden ser restos de sangre o partes de otras células. La presencia de pus indica que el cuerpo se ha estado defendiendo contra algún tipo de infección, la cual puede tener varias causas y su gravedad puede variar enormemente, por lo que el tratamiento dependerá de cuál haya sido el origen y la evolución de dicha infección.
Si tu perro tiene un grano lleno de pus y no sabes cómo actuar, no te preocupes, en este artículo de ExpertoAnimal te contamos cuáles son las causas más frecuentes de la aparición de pústulas o granos de pus en perros y te explicamos qué hacer en cada caso.
¿Cómo saber si mi perro tiene un grano con pus?
Los granos, especialmente si son pocos y pequeños, pueden pasar fácilmente desapercibidos en la piel de un perro, ya que el pelo los oculta y, además, no suelen generar signos muy evidentes en el animal. Es recomendable que, de vez en cuando, aproveches una sesión de cepillado, juego o caricias para explorar a tu peludo e ir observando el estado de su piel.
Si palpas en alguna zona una o más protuberancias o bultitos, separa suavemente el pelo y analiza la piel de la región. Si lo que observas es una serie de granos de tamaño pequeño, hinchados, con un halo rosado o rojo alrededor de cada uno y un punto blanco, verdoso o amarillo en el centro, se trata de pústulas. Las pústulas son similares a los granitos de acné de las personas y, en los canes, suelen aparecer en áreas con poco pelo como las ingles o las axilas.
Por otra parte, si lo que encuentras es un bulto solitario, algo más grande y de consistencia blanda o fluctuante, podría tratarse de un absceso. Los abscesos son acumulaciones de pus encapsulado que muchas veces se forman bajo la piel del perro y que pueden llegar a hacerse muy grandes si no se tratan a tiempo. Te hablamos de ellos aquí: "Abscesos en perros: causas y tratamiento".
Igualmente, ante cualquier tipo de lesión cutánea o bulto, debe ser el veterinario quien emita un diagnóstico tras la realización de las pruebas pertinentes, entre las que destaca la citología.
Síntomas que acompañan a un grano con pus en perros
En muchas ocasiones, las pústulas y los abscesos no resultan molestos para el animal y este no muestra ningún síntoma en especial, lo que complica la detección y tratamiento de la infección.
Sin embargo, algunos perros lamerán con insistencia la zona donde tengan los granos o se rascarán frecuentemente para aliviar el picor que pueden experimentar. Además, si padecen una infección activa, pueden sufrir otros síntomas como apatía, fiebre o anorexia.
¿Por qué mi perro tiene un grano con pus?
Una vez confirmado que el animal presenta granos de contenido purulento o abscesos, se debe investigar la causa de los mismos para poder establecer un tratamiento apropiado. Aunque existen más, los motivos más frecuentes por los cuales pueden aparecer estas lesiones son:
- Cuerpo extraño: pequeños elementos punzantes como las espigas o las espinas de ciertas plantas pueden clavarse en la piel del perro y avanzar hacia el interior creando un trayecto. En estos casos, el organismo reacciona generando una cápsula alrededor del cuerpo extraño y atacándolo, lo que da lugar a una acumulación de pus y a la formación de un absceso.
- Pioderma: esta patología se caracteriza porque el animal sufre una infección bacteriana (por ejemplo, por Staphylococcus) en algún punto de su piel y desarrolla pústulas que suelen cursar con mucho picor, mal olor, eritema o enrojecimiento de la piel y, en caso de complicarse, úlceras dolorosas.
- Dermatitis alérgica: algunos perros presentan hipersensibilidad a ciertos fármacos, alimentos o parásitos (especialmente a la saliva de las pulgas), lo que les puede llevar a desarrollar alteraciones cutáneas. Al rascarse, es fácil que los granitos se contaminen y el animal desarrolle infecciones y aparezca el pus.
- Alteraciones endocrinas: algunas patologías de tipo endocrino cursan con alteraciones en la piel y el pelo. Un ejemplo es el síndrome de Cushing y el hipotiroidismo, dos enfermedades en las que es frecuente la aparición de pústulas, comedones, alopecia, hiperpigmentación y engrosamiento de la piel.
¿Qué hacer si mi perro tiene un grano con pus?
Si detectas que tu perro tiene algún grano con pus en su interior o un bulto con apariencia de absceso, lo primero que debes hacer es examinar el resto el cuerpo del animal en busca de otras alteraciones similares para valorar la magnitud del problema. Una vez hecho esto, es muy importante que evites que el perro se rasque o se lama la zona, pues al hacerlo, es muy probable que la lesión se contamine con bacterias y se agrave el cuadro. Para lograr esto último, puedes colocarle un collar isabelino al perro, si lo tienes, o incluso fabricarle uno casero de manera temporal. Otra opción es cubrir la zona afectada con una camiseta o un vendaje hasta que un veterinario lo pueda revisar.
Si sospechas que el perro se ha podido clavar algo o si eres capaz de observar el pus dentro contenido en los granitos, puedes tratar de hacer lo siguiente:
- Limpiar muy bien el área con algún antiséptico, como la clorhexidina.
- Aplicar gasas con agua caliente (pero no ardiendo) sobre la piel. El calor puede ayudar a drenar el pus y a extraer los cuerpos extraños.
Jamás automediques a tu perro, en caso de que las lesiones sean muy grandes o extensas, tengan mal aspecto u olor desagradable, empeoren rápidamente o si el perro presenta otros síntomas como malestar o fiebre, es necesario que acudas al veterinario a la mayor brevedad para tratar la posible infección.
Tratamiento para granos con pus en perros
Una vez que el veterinario haya revisado al perro y determinado un diagnóstico, será momento de aplicar un tratamiento. En función de la causa del problema, los tratamientos pueden variar, aunque los más utilizados para casos de pústulas o abscesos son los siguientes:
- Antibiótico: en caso de que el profesional confirme que existe una infección de tipo bacteriano, recetará al animal el antibiótico más apropiado según el caso, ya sea en forma de crema para aplicación cutánea o en forma de comprimidos para administración por vía oral.
- Antinflamatorios o corticoides: las lesiones cutáneas provocadas por alergias o reacciones de hipersensibilidad suelen tratarse con antinflamatorios en casos leves y corticoides en casos más graves o crónicos.
- Champú médico: algunos champús para perros contienen fármacos para el tratamiento de las alteraciones cutáneas. En caso de pústulas, el veterinario puede recomendarte lavar la zona con agua y uno de estos productos unas tres o cuatro veces por semana.
- Drenaje: si el perro tiene un absceso que no se resuelve a través del uso de antibióticos u otro tratamientos convencionales, puede ser necesario someter al animal a una cirugía menor para drenar el pus y limpiar bien la zona. Normalmente, estos procedimientos se realizan con anestesia local y resultan rápidos e indoloros para el paciente.
Recuerda, el tratamiento más adecuado debe ser siempre escogido y recetado por un veterinario. Tratar de solucionar el problema mediante remedios caseros o automedicando al perro puede conllevar consecuencias graves para la salud del animal.
¿Puedo reventar el grano con pus de mi perro?
No es recomendable reventar manualmente ningún grano en casa, pues las probabilidades de que la herida se contamine son muy altas y el animal puede terminar sufriendo una infección grave.
Si la lesión es leve o el perro presenta un cuerpo extraño clavado de manera muy superficial, el veterinario puede indicarte que apliques gasas de agua caliente sobre la zona varias veces al día para intentar que el absceso o la pequeña pústula libere su contenido por sí sola. Si esto ocurre, el siguiente paso será lavar muy bien el área, desinfectarla y evitar que el perro se lama o se rasque. Sin embargo, si el agua caliente no resulta eficaz, no aprietes, pinches, ni intentes reventar el grano de ninguna otra forma, mejor contacta con tu veterinario para concertar una cita.
En caso de que haya que drenar abscesos grandes, debe ser directamente el veterinario quien lo haga en la clínica bajo unas condiciones higiénicas estrictas, pues el riesgo de infección es mayor.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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