¿Qué comen los topillos?
Los topillos son pequeños roedores muy comunes en praderas, bosques y campos agrícolas del hemisferio norte. Aunque su aspecto recuerda al de los ratones, pertenecen a un grupo distinto y desempeñan un papel clave en los ecosistemas.
En este artículo de ExpertoAnimal te contaremos qué comen los topillos y sus tipos de alimentación, ¡no te lo pierdas!
Tipo de alimentación de los topillos
Los topillos son pequeños roedores pertenecientes al género Microtus y a otros géneros de la familia Cricetidae. Se distribuyen ampliamente por Europa, Asia y América del Norte y habitan en praderas, pastizales, zonas agrícolas e incluso regiones montañosas. Aunque suelen confundirse con ratones, los topillos tienen el cuerpo más robusto, la cola corta y una cabeza redondeada.
En cuanto a su dieta, la alimentación de los topillos es principalmente herbívora. Su menú incluye hierbas, raíces, cortezas, semillas, frutos secos y diversas partes verdes de las plantas. Gracias a su capacidad para consumir una gran variedad de vegetación, estos roedores pueden adaptarse a distintos ambientes y estaciones del año.
Los topillos cumplen un papel ecológico fundamental: al alimentarse de materia vegetal, contribuyen al control de la vegetación, y al mismo tiempo, son una fuente clave de alimento para depredadores como búhos, zorros, comadrejas y serpientes. Su presencia indica la buena salud de muchos ecosistemas naturales.
¿Qué comen los topillos bebés?
Los topillos recién nacidos dependen totalmente de la leche materna durante las primeras dos o tres semanas de vida. La leche les aporta proteínas, grasas y minerales esenciales para su desarrollo rápido. Durante este período, la madre los amamanta en madrigueras subterráneas seguras y apenas se aleja de ellos.
Al llegar al destete, los pequeños comienzan a probar alimentos sólidos, sobre todo brotes tiernos, hojas jóvenes y semillas blandas. En esta etapa aprenden a buscar comida imitando a la madre y otros individuos del grupo. Es común que empiecen por vegetales de textura blanda y alto contenido de agua, que les resultan más fáciles de digerir.
Esta transición temprana hacia una dieta vegetal es importante porque los topillos crecen muy rápido y alcanzan la madurez sexual en apenas unas semanas, lo que requiere un aporte energético constante.
¿Qué comen los topillos adultos?
Los topillos adultos son herbívoros estrictos, aunque su dieta puede variar ligeramente según la estación y el hábitat. En primavera y verano, cuando la vegetación abunda, consumen preferentemente hierbas frescas, hojas, tallos y semillas. En otoño e invierno, recurren a raíces, bulbos y cortezas que encuentran bajo el suelo o en plantas leñosas. Entre los alimentos más comunes que comen los topillos se encuentran:
- Pastos y gramíneas de pradera.
- Tréboles, alfalfa y otras leguminosas.
- Raíces de plantas herbáceas.
- Cortezas y tallos tiernos de arbustos.
- Semillas y granos.
Durante los meses fríos, cuando el suelo se congela o la hierba escasea, los topillos excavan túneles subterráneos donde almacenan pequeñas reservas de raíces y rizomas. Esta conducta les permite sobrevivir en condiciones adversas.
En ambientes agrícolas, los topillos pueden alimentarse de cultivos como trigo, avena o maíz, lo que en ocasiones genera daños importantes en los campos. Sin embargo, en ecosistemas naturales cumplen funciones ecológicas esenciales, manteniendo el equilibrio del suelo y sirviendo como presas para numerosos carnívoros.
¿Hay variaciones en la alimentación de los topillos según la especie?
Sí, existen diferencias notables en la alimentación de los topillos según la especie y su entorno. Por ejemplo:
- El topillo campesino (Microtus arvalis), frecuente en Europa central, consume sobre todo hierbas y gramíneas de pradera.
- El topillo agreste (Microtus agrestis) se alimenta de raíces y tallos subterráneos, siendo muy activo en zonas húmedas.
- El topillo nival (Chionomys nivalis), adaptado a los ambientes alpinos, come brotes de plantas de montaña, cortezas y musgos.
- En América del Norte, el topillo de pradera (Microtus pennsylvanicus) se alimenta de pastos y juncos en zonas pantanosas.
Estas variaciones muestran la capacidad de los topillos para adaptarse a diferentes hábitats y climas, ajustando su dieta a la disponibilidad local de recursos.
¿Qué comen los topillos en cautividad?
En cautividad, los topillos deben recibir una dieta lo más parecida posible a la natural. La base ideal de su alimentación es el heno fresco y limpio, que les proporciona fibra y ayuda al desgaste natural de los dientes, que crecen continuamente. Además, se pueden ofrecer:
- Verduras de hoja verde (espinaca, acelga, lechuga, diente de león).
- Trozos pequeños de zanahoria, manzana o pera sin semillas.
- Mezclas de semillas naturales, como mijo, avena o lino.
- Ramitas y hojas secas para roer.
El agua debe estar siempre disponible y renovarse a diario. Mantener una alimentación equilibrada previene problemas digestivos y el sobrecrecimiento dental, una de las afecciones más comunes en roedores herbívoros.
En este otro artículo te mostramos los distintos tipos de roedores que existen: "Tipos de roedores".
¿Qué NO deben comer los topillos?
Existen varios alimentos que no deben formar parte de la dieta de los topillos, ya que pueden resultar dañinos o tóxicos. Entre ellos se incluyen:
- Cítricos (naranja, limón, pomelo...).
- Cebolla, ajo, puerros y alimentos del mismo grupo.
- Chocolate, dulces, pan o galletas.
- Comida procesada o salada.
- Plantas ornamentales tóxicas como adelfa, hiedra o azalea.
Estos alimentos pueden causar irritación intestinal, intoxicación o alteraciones hepáticas. Por eso, la dieta de los topillos debe basarse únicamente en vegetales frescos y naturales, sin condimentos ni aditivos.
¿Cuánto comen los topillos al día?
A pesar de su tamaño pequeño, los topillos tienen un metabolismo muy rápido y necesitan comer con frecuencia. Un adulto puede consumir entre el 60 % y el 100 % de su peso corporal en alimento diario. Esto significa que un topillo de 30 gramos puede ingerir de 18 a 30 gramos de materia vegetal cada día.
Su alta demanda energética está relacionada con su intensa actividad: excavan túneles, recolectan comida y permanecen alerta ante depredadores. Además, en climas fríos incrementan el consumo para mantener la temperatura corporal.
Por su ritmo metabólico acelerado, los topillos pasan gran parte del tiempo buscando o almacenando alimento. Este comportamiento les permite sobrevivir en ambientes donde la comida puede ser escasa durante parte del año.
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- Hansson, L. (2002). Dynamics and trophic interactions of small rodents: landscape or regional effects on spatial variation?. Oecologia, 130(2), 259-266.
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