Mi perro tiene calvas en el lomo: causas y qué hacer

La presencia de ectoparásitos como pulgas, piojos, mosquitos o garrapatas puede provocar alteraciones dermatológicas en los perros. Un ejemplo claro y bastante frecuente es la dermatitis alérgica por picadura de pulga (DAPP), la cual cursa muchas veces con picor intenso y calvas en la zona dorsolumbar.

Otro tipo de parásito que origina problemas importantes en la piel y el pelo son los ácaros, como Sarcoptes scabiei o Demodex, causantes de la sarna sarcóptica y la sarna demodécica, respectivamente. Las sarnas son patologías muy pruriginosas, lo que significa que provocan mucho picor y molestias en el perro, quien suele terminar produciéndose calvas como consecuencia de un rascado excesivo.

¿Qué hacer si mi perro tiene parásitos?

Por suerte, las enfermedades dermatológicas derivadas de una parasitosis suelen tener muy buen pronóstico y se solucionan aplicando los adecuados tratamientos antiparasitarios, que pueden consistir en la administración de comprimidos o pipetas. Eso sí, si tu peludo desarrolla una alergia a la picadura de algún parásito, como la pulga, tendrás que asegurarte de llevar siempre al día el protocolo de desparasitación, para prevenir complicaciones.

La leishmaniosis es una patología provocada por el protozoo Leishmania Infantum y transmitida a través de flebotomos, que actúan como vectores biológicos. Una vez en el interior del organismo del perro, este protozoo empieza a provocar una serie de síntomas que pueden ser viscerales o cutáneos. Aunque es cierto que las alopecias que aparecen en la leishmaniosis suelen estar localizadas, sobre todo, en la cara del perro, no se puede descartar que un perro con calvas en el lomo esté infectado de leishmania.

¿Qué hacer si mi perro tiene leishmania?

Aunque es una enfermedad crónica y que puede llegar a ser muy grave, si la leishmaniosis se diagnostica de manera precoz, el animal puede tratarse y llevar una vida completamente normal. El tratamiento, en función de la gravedad, consiste en una serie de inyecciones y/o administración de fármacos orales durante un tiempo prologado. Si el perro evoluciona favorablemente, puede incluso dejar de medicarse.

Aquí te contamos todos los detalles: "Leishmaniasis en perros: síntomas, tratamiento y contagio".

Las dermatofitosis son patologías provocadas por hongos dermatofitos que suelen afectar a la piel y el pelo del perro. La infección cutánea que originan este tipo de hongos se conoce coloquialmente con el nombre de tiña y cursa, habitualmente, con lesiones en forma de alopecias, focales o multifocales, de forma redondeada y que no suelen generar mucho picor al animal, pero que son extremadamente contagiosas.

¿Qué hacer si mi perro tiene tiña?

Si, tras una serie de pruebas diagnósticas específicas, el veterinario determina que tu perro tiene tiña, tendrás que iniciar un tratamiento antifúngico, que suele consistir en una combinación de comprimidos orales y baños con champús medicinales. Ten en cuenta que el tratamiento puede ser largo y que la tiña, aunque no es peligrosa, sí es contagiosa, por lo que tendrás que extremar la higiene en el hogar, especialmente si tienes más perros.

Descubre cómo se contagia en este post: "Tiña en perros: síntomas, causas y tratamiento".

La foliculitis bacteriana es una inflamación localizada en el folículo piloso que se produce como consecuencia de la proliferación de bacterias, como Staphylococcus pseudointermedius, que aunque suelen encontrarse de manera fisiológica en la piel del perro, aprovechan cualquier momento de debilidad o bajada de defensas del can para multiplicarse. Los principales síntomas de la foliculitis bacteriana son el enrojecimiento de la piel, la aparición de pústulas y costras y la pérdida focal de pelo.

¿Qué hacer si mi perro tiene foliculitis?

Al tratarse de una infección de tipo bacteriano, lo ideal es tomar una muestra de la piel o el pelo del perro y realizar un cultivo y un antibiograma, con el objetivo de conocer qué antibiótico resultará más eficaz para el tratamiento. Además del tratamiento oral, puede resultar útil el uso de cremas, champús o lociones antisépticas. Hay que tener en cuenta que, aunque el antibiótico pueda resolver el problema, la foliculitis reaparecerá si no se descubre el motivo por el cual el animal ha padecido una bajada en sus defensas.

En este otro artículo encontrarás toda la información necesaria: "Foliculitis en perros: causas, síntomas y tratamiento".

Cualquier tipo de alergia es causa frecuente de alteraciones en la piel y el pelo del perro y, entre los principales tipos de alergia, encontramos la hipersensibilidad alimentaria. Esta patología se produce porque el sistema inmune del animal reacciona de manera exagerada ante ciertos ingredientes del alimento y, como consecuencia, aparecen lesiones en la piel que generan mucho picor y malestar, como calvas en el lomo y otras zonas.

¿Qué hacer si mi perro tiene hipersensibilidad alimentaria?

El diagnóstico requiere someter al animal a un protocolo de exclusión, que consiste en ofrecerle alimentos monoproteicos o hipoalergénicos para observar si los síntomas mejoran al sustituir su dieta habitual. Hay que tener en cuenta que la mejoría puede ser lenta y que muchos perros que presentan hipersensibilidad alimentaria también son susceptibles a padecer otros tipos de alergias, como dermatitis atópica, lo que complica el control de los síntomas. No obstante, una vez diagnosticado y tratado, el animal puede recuperarse por completo si mantiene una dieta adecuada.

Aquí encontrarás más información que puede ayudarte si esta es la razón por la que tu perro tiene calvas en el lomo: "Alergia alimentaria en perros: síntomas y tratamiento".

Las enfermedades endocrinas suelen afectar a perros adultos o geriátricos y se caracterizan porque, además de los signos cutáneos, siempre producen sintomatología sistémica (letargo, aumento del apetito y de la sed, aumento en la frecuencia de las micciones, pérdida o incremento de peso, etc.). Las alopecias endocrinas pueden comenzar detectándose como pequeñas calvas, pero en poco tiempo se convierten en alopecias generalizadas que se producen, sobre todo, en el tronco. Algunos ejemplos de enfermedades endocrinas que cursan con pérdida de pelo son el hiperadrenocorticismo o síndrome de Cushing, el hipotiroidismo o el hiperestrogenismo.

¿Qué hacer si mi perro tiene una enfermedad endocrina?

Este tipo de patologías deben diagnosticarse a partir de pruebas hormonales específicas y, una vez confirmadas, conllevan un tratamiento médico de por vida. Si dicho tratamiento está bien ajustado y hace el efecto adecuado, los síntomas del animal irán desapareciendo en cuestión de días y, tras unos meses, el pelo del perro habrá vuelto a crecer.

Hasta ahora, hemos analizado las causas más frecuentes de calvas en el lomo en perros, si tu veterinario descarta todas estas patologías, es posible que el perro sufra alguna alteración más "rara". Dentro de estas alteraciones menos frecuentes encontramos:

• Enfermedades autoinmunes e inmunomediadas.
• Enfermedades cutáneas de tipo genético.
• Enfermedades metabólicas.
• Enfermedades producidas por déficits nutricionales.

Muchas de estas patologías pueden diagnosticarse a través de pruebas más específicas, como las biopsias y su gravedad es muy variable, aunque generalmente se pueden controlar a través de la medicación.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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