Parvovirus en gatos: síntomas, contagio y tratamiento

El parvovirus felino es el agente vírico responsable de la enfermedad denominada panleucopenia felina, una infección importante en nuestros gatos, especialmente en los gatitos. Se trata de un parvovirus compuesto por una cadena simple de ADN, genéticamente muy cercano al parvovirus canino responsable de la conocida parvovirosis que afecta a nuestros perros.

Este virus llega a los gatos por vía oral, replicándose en la orofaringe y, tras un periodo de incubación de entre 5 y 7 días —o hasta 14 en algunos casos—, se produce una viremia que causa lesiones en los tejidos con alto índice mitótico, como la médula ósea, el intestino, el timo, los nódulos linfáticos, el bazo y los ojos.

El parvovirus felino causa una sintomatología diversa en los gatos. Entre los 5 y 14 días posteriores a la exposición al virus, los gatos pueden presentar fiebre de hasta 40 ºC, mostrándose deprimidos, con anorexia y vómitos, y en ocasiones también con diarrea del intestino delgado. A medida que avanza la enfermedad, aparece una deshidratación extrema con hipotermia secundaria. En los casos más graves, cuando se produce una sepsis secundaria a la destrucción intestinal y la neutropenia, pueden observarse ictericia, úlceras bucales, diarrea hemorrágica y petequias por coagulación intravascular diseminada (CID).

La panleucopenia felina es especialmente peligrosa cuando las gatas se contagian durante la gestación, ya que en el primer tercio puede provocar infertilidad o reabsorciones; en el segundo, abortos o expulsión de fetos malformados; y en el tercer tercio, así como en los primeros días de vida de los gatitos, puede causar lesiones en la retina, atrofia del nervio óptico, retinopatía, hidrocefalia, atrofia del timo, miocarditis, cardiomiopatías y, lo más característico de la enfermedad, una hipoplasia cerebelosa. Esta se manifiesta con una ataxia irreversible acompañada de hipermetría, temblores de cabeza, postura de estación con base amplia y temblores musculares de intención, los cuales desaparecen cuando el gato duerme o descansa.

El parvovirus felino es la causa de la panleucopenia felina. La infección no se produce ni se fomenta de ninguna otra forma más allá del contagio directo entre gatos o mediante objetos contaminados, ya que el virus presenta una alta resistencia en el ambiente. El riesgo aumenta cuando los gatos no están vacunados, se encuentran inmunodeprimidos o sufren estrés.

Nuestras gatas gestantes son un foco especialmente peligroso para el virus, ya que, además de poder provocar abortos, reabsorciones o el nacimiento de fetos muertos, las infecciones en fases tardías de la gestación o durante los primeros días de vida pueden causar lesiones irreversibles en los gatitos. Entre estas, destaca la hipoplasia cerebelosa, que también puede ocurrir cuando los gatitos se infectan en sus primeras semanas de vida, periodo en el que el cerebelo todavía se está desarrollando, lo que favorece la replicación del virus, como se explicó en el primer apartado.

Si quieres conocer cómo se contagia el parvovirus a los gatos, debes saber que la infección se produce principalmente por contacto directo con las secreciones de un gato infectado, como la saliva, las heces o las secreciones nasales y oculares; o de forma indirecta a través de superficies o ambientes contaminados por el virus. Se trata de un virus altamente resistente, capaz de sobrevivir hasta un año en comederos, bebederos, areneros, zapatos, etc., y resistente a diversos factores físicos y químicos.

Si se trata de una gata preñada, el contagio a los gatitos puede ser transplacentario en cualquier fase de la gestación. Los gatos son contagiosos desde dos o tres días antes de que comiencen los síntomas hasta seis semanas después de la infección.

No, el parvovirus felino es un virus que afecta exclusivamente a los gatos, no a los perros. De manera similar, el parvovirus canino tipo 2, responsable de la parvovirosis canina, tampoco afecta a los gatos. Esto se debe a que cada virus está especializado en infectar a una sola especie, aunque ambos sean genéticamente muy cercanos.

¿Y el parvovirus felino se contagia a humanos?

Del mismo modo, la respuesta a si el parvovirus felino se contagia a los humanos también es negativa: no, solo afecta a los gatos.

¿El parvovirus felino tiene cura? El tratamiento del parvovirus en gatos consiste en controlar los síntomas de la enfermedad, ya que no existe ningún tratamiento antiviral efectivo para combatir el virus.

Si te preguntas cómo tratar el parvovirus felino cuando un gatito se encuentra en plena infección de panleucopenia felina, debes saber que generalmente requiere hospitalización, manteniendo una correcta higiene y temperatura corporal, y siguiendo estas pautas de tratamiento:

• Control de la deshidratación: mediante fluidoterapia continua intravenosa con Ringer Lactato, suplementado con potasio si es necesario, hasta la desaparición de los vómitos y la diarrea.
• Control de la hipoalbuminemia: para prevenir la formación de edemas; se debe transfundir plasma, sangre entera o emplear coloides sintéticos cuando la albúmina es inferior a 2 mg/dl.
• Uso de antibióticos por vía parenteral: eficaces frente a bacterias Gram negativas, especialmente cuando existen neutropenias de menos de 2.000 células/μl.
• Control de los vómitos: mediante antieméticos como maropitant o metoclopramida.
• Control dietético: la ingesta de comida y agua solo debe restringirse cuando hay vómitos persistentes, reiniciándose lo antes posible mediante sondas nasales o tubos de esofagostomía en casos de anorexia, o a través de un catéter venoso central en la yugular si los vómitos y la diarrea son muy severos.
• Estimulación del apetito: mediante ciproheptadina, mirtazapina o vitaminas del complejo B.
• Uso de interferón omega recombinante felino: por su posible efecto antiviral.

La panleucopenia felina, causada por el parvovirus felino, es una enfermedad que puede ser fatal, por lo que el tratamiento casero es inviable, ya que los gatos afectados suelen requerir hospitalización y los cuidados comentados en el apartado anterior. Si nuestros gatos muestran signos de enfermedad, no debes demorar la visita a la clínica y debes procurar mantener al gato hidratado, cómodo y abrigado hasta poder acudir al veterinario.

Ya hemos visto que el parvovirus felino produce una enfermedad grave y altamente contagiosa, de manera que la prevención es muy importante. En este sentido, la vacunación es la estrategia más eficaz para proteger a nuestros pequeños felinos, especialmente a los gatitos y a los gatos adultos inmunodeprimidos.

Vacuna para el parvovirus felino

Se recomienda vacunar a los gatitos contra el parvovirus felino a las 6-8 semanas de edad. Luego, se aplicará una dosis de refuerzo cada 3-4 semanas hasta que el gatito cumpla las 16 semanas de vida.

Aquí te contamos todos los detalles: "Calendario de vacunas para gatos".

Medidas de higiene y control ambiental

Además de la vacunación, es fundamental reducir la exposición al virus mediante las siguientes medidas:

• Limpieza y desinfección: ya hemos dicho que se trata de un virus muy resistente en el ambiente, de manera que es imprescindible desinfectarlo todo si en casa ha habido un caso de parvovirus felino.
• Control del contacto entre gatos: si has adoptado a un gatito, evita que esté en contacto con gatos no vacunados o enfermos.
• Higiene de manos y ropa: si has estado en contacto con gatos desconocidos, mantén una buena higiene de tus manos y ropa al llegar a casa.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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