Problemas de alimentación

Remedios caseros para gatos que no quieren comer

 
Catit
Por Catit. Actualizado: 5 septiembre 2025
Remedios caseros para gatos que no quieren comer
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Que un gato no coma siempre es fuente de preocupación para los cuidadores. No es de extrañar, pues puede indicar que sufre alguna enfermedad. Otras veces se resiste a comer por otros motivos, como un alimento que no le gusta o un comedero en un sitio inadecuado. Por todo ello, es importante remarcar, en primer lugar, que si sospechamos que el gato puede estar enfermo, hay que ir al veterinario. Si vemos que no come y presenta otros signos clínicos, como estar más apagado, vomitar, orinar más o menos, etc., antes de probar remedios como los que comentaremos, la recomendación es llamar al veterinario.

Una vez encontrada la causa, podemos animar al animal a comer mediante diferentes técnicas, siempre bajo la aprobación del veterinario. En el siguiente artículo de ExpertoAnimal, hablamos de los remedios caseros para gatos que no quieren comer.

Índice
  1. Comida húmeda
  2. Su comida favorita
  3. Calentar el alimento
  4. Ablandar el pienso
  5. Alimentar con jeringuilla
  6. Cuidar el entorno
  7. Vigilar la higiene y la disposición de los comederos
  8. Evitar dar sobras o comida humana
  9. Preparar pequeñas raciones
  10. Estimular la actividad
  11. Volver al alimento antiguo
  12. Seguir las pautas de introducción de alimentos
  13. Dar productos o fármacos para abrir el apetito
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1. Comida húmeda

Si te preguntas qué darle a un gato que no quiere comer, por el motivo que sea, el primer consejo es ofrecerle comida húmeda. Por ejemplo, la comida húmeda para gatos de Catit. Son fórmulas de comida muy variadas, que resultan muy apetitosas para ellos, además de muy nutritivas e hidratantes. Así mismo, son ricas en proteínas, bajas en grasas y contienen vitaminas y minerales añadidos. No llevan subproductos, cereales, aditivos ni conservantes artificiales. Esta gama dispone de bastantes recetas, lo que permite adaptarse mejor a los gustos de cada gato.

La comida húmeda es un pilar fundamental en la alimentación de cualquier gato debido a que, de forma natural, son animales que tienden a beber poca agua. Sin embargo, cuando hablamos de un gato que no quiere comer, ¡todavía es más importante! Como decimos, suele ser mucho más apetitosa y, por ende, ideal para conseguir que coma. Sin duda, es el remedio para gatos que no quieren comer que deberías probar primero.

Remedios caseros para gatos que no quieren comer - 1. Comida húmeda

2. Su comida favorita

Otra opción cuando vemos que el gato no come o come menos de lo habitual es ofrecerle su comida favorita. Por ejemplo, atún, pollo, sardinas, pavo, anchoas o cualquier otro alimento que lo motive, ya que las preferencias de los gatos son muy diversas.

Lógicamente, este ofrecimiento es puntual, pues darle en exclusiva un único alimento no sería una dieta equilibrada para mantener en el tiempo. Puede servir para abrirle el apetito y animarlo a comer, por ejemplo, cuando se está recuperando de una enfermedad o lo acabamos de operar.

Si acabas de adoptar a un gatito que no quiere comer y todavía no sabes cómo alimentarlo, aquí te lo contamos todo: “¿Qué comen los gatos?”.

3. Calentar el alimento

Otro de los mejores remedios para gatos que no quieren comer es algo tan sencillo como calentar su comida, pero, ¿por qué? El olfato es muy importante para los gatos. Por este motivo, cuando calentamos su comida puede resultarle más atractiva, ya que desprende más olor. Eso sí, debemos calentarla solo un poco y, antes de dársela, asegurarnos de que no quema, lo que podría generar todavía más rechazo hacia el alimento.

4. Ablandar el pienso

Otras veces, el problema está en la textura. A algunos gatos, como los que son muy pequeños que están en periodo de destete o los más mayores que pueden tener problemas bucales, el pienso les resulta demasiado duro y, aunque hacen intención de comer, no pueden hacerlo.

En estos casos, podemos ver que nuestro gato huele la comida, pero no come. Si es este el problema, podemos humedecer el pienso con agua tibia o caldos, mejor caseros, sin sal, grasas ni aditivos añadidos. Lo echamos sobre el pienso y lo dejamos durante unos minutos hasta que las croquetas absorban el líquido y se ablanden. Podemos aplastarlas con un tenedor para formar una especie de papilla.

5. Alimentar con jeringuilla

Esta opción se puede barajar en gatos que están enfermos o recuperándose de alguna dolencia y tienen problemas para comer con normalidad. Es decir, si vemos que nuestro gato un día no come, no debemos forzarlo con una jeringuilla, sino probar otras de las alternativas que hemos mencionado.

Normalmente, se usa jeringa (¡sin aguja!) para dar latas especiales para gatos convalecientes. Estas tienen una textura muy suave y, añadiendo una pequeña cantidad de agua, se convierten en una papilla que se puede dar mediante jeringa.

Esta alimentación se administra poniendo la jeringa en el lateral de la boca, en concreto, en el hueco tras el colmillo, y poniendo solo un poco de papilla. Hay que dejar que el gato trague antes de darle más y no conviene forzarlo demasiado. Si no conseguimos que vaya comiendo, aunque sean pequeñas cantidades, debemos llamar al veterinario.

Remedios caseros para gatos que no quieren comer - 5. Alimentar con jeringuilla

6. Cuidar el entorno

Los gatos son animales muy sensibles a los cambios. Si la hora de comer es problemática porque el comedero está en un lugar inadecuado, como por ejemplo cerca del arenero, hay otros animales que molestan, el ambiente es estresante, etc., es fácil que dejen de comer o coman menos.

Además, también influyen las temperaturas. Cuando hace mucho calor, es habitual que el apetito de los gatos disminuya. Por todos estos motivos, es importante que les ofrezcamos un espacio tranquilo para comer, los alimentemos en el mismo horario, evitemos las horas de más calor y procuremos mantener el hogar a una temperatura agradable.

7. Vigilar la higiene y la disposición de los comederos

Igual que se estresan con facilidad, los gatos también suelen ser escrupulosos con la higiene. Muchos no usan un arenero sucio ni comen en un comedero que no está bien limpio. Por este motivo, es importante tirar los restos de comida que dejen y lavar los comederos con frecuencia.

Respecto a los comederos, es importante colocarlos en un lugar cómodo para el gato, donde pueda comer tranquilo, lejos del agua y del arenero. También son fundamentales las características de los propios comederos. Deben permitir que el gato acceda a la comida con comodidad, sin que le rocen los bigotes.

Además, algunos gatos, sobre todo los mayores con molestias y dificultades de movilidad, pueden beneficiarse de tener el comedero algo elevado del suelo para no tener que agacharse tanto al comer.Existen comederos elevados y ergonómicos como por ejemplo el Comedero Elevado Catit PIXI, que sería de gran ayuda en estos casos.

Remedios caseros para gatos que no quieren comer - 7. Vigilar la higiene y la disposición de los comederos

8. Evitar dar sobras o comida humana

En ocasiones, algunas personas se quejan de que sus gatos no comen, aunque la realidad no es esa. Se refieren a que no comen su comida, pero les están dando sobras de sus platos o todo tipo de alimentos comunes en las despensas humanas, como jamón york, quesitos, pavo, atún, etc. Aunque a los cuidadores les parezcan solo pequeñas cantidades, lo cierto es que para el tamaño de los gatos suponen la práctica totalidad de lo que deberían comer al día. Por eso no comen su comida. Además, algunos gatos, como saben que se les ofrecerá su alimento favorito si no comen, rechazan comer y esperan.

No es aconsejable este tipo de comida para porque no es equilibrada. Debemos encontrar una dieta adecuada para el gato y dársela en las cantidades correctas según sus características, limitando los premios a momentos puntuales. Esta dieta puede ser comercial o hecha en casa, en este caso, siempre siguiendo las recomendaciones de un experto en nutrición felina.

9. Preparar pequeñas raciones

Es importante que controlemos las cantidades de alimento que le damos al gato a diario. Si nos limitamos a rellenar comederos con pienso, realmente no sabremos si el gato no está comiendo o, simplemente, está dejando un exceso.

Por este motivo, la recomendación es establecer la cantidad diaria adecuada a las características del gato, según su edad, peso, nivel de actividad física, tipo de comida, etc. En gatos inapetentes, es más adecuado no ofrecer toda la ración junta, sino repartirla en varias tomas pequeñas al día.

10. Estimular la actividad

Los gatos son animales inteligentes que necesitan estimulación, también a nivel mental. Necesitan retos y medidas de enriquecimiento ambiental que les permitan desarrollar en el hogar todas las conductas que les son naturales, como rascar, trepar, esconderse, saltar, etc. En esta línea, uno de los mejores remedios caseros para gatos que no quieren comer es recurrir a juegos en los que tengan que buscar su comida, ya que esto puede ser un aliciente para que se animen a comer. Existen comederos antivoracidad, también llamados comederos lentos, como el Catit Treat Puzzle o el Catit Digger, que pueden funcionar muy bien en estos casos.

Remedios caseros para gatos que no quieren comer - 10. Estimular la actividad

11. Volver al alimento antiguo

En ocasiones, el problema del gato con la comida está en que le hemos cambiado de alimento por cualquier motivo, como que no encontramos el de siempre, queremos pasar a otro por cuestiones económicas o de calidad o se le ha diagnosticado una enfermedad que se trata incorporando un alimento específico.

Sobre todo si hacemos el cambio de forma brusca, el resultado puede ser muy negativo. Si no logramos revertir la situación, no quedará más remedio que volver al antiguo alimento.

12. Seguir las pautas de introducción de alimentos

En relación con el punto anterior, cada vez que, por alguna circunstancia, tengamos que modificar la dieta del gato, la recomendación es hacerlo de forma paulatina. Esto implica que habrá que comenzar por darle una pequeña cantidad de la comida nueva mezclada con la antigua e ir aumentando esa mínima cantidad, día a día, hasta que consigamos que toda la ración sea de alimento nuevo.

Es muy importante no hacer nunca cambios bruscos de alimentación, no solo para prevenir los rechazos, sino, también, para evitar que se produzcan problemas gastrointestinales, como heces blandas o diarreas. Hay que saber que habrá algunos gatos a los que resulte imposible cambiar de alimento.

13. Dar productos o fármacos para abrir el apetito

El último de los remedios para gatos que no quieren comer es recurrir a la farmacia. Si ninguna de las medidas anteriores funciona, existen algunos productos con efecto estimulante que se le podrían ofrecer al gato para animarlo a comer. Algunos son naturales, otros son fármacos, pero, en cualquier caso, siempre debemos seguir la recomendación del veterinario antes de comenzar a dárselos.

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