¿El pastor alemán tiene que llevar bozal?

No, el pastor alemán no es considerada una raza potencialmente peligrosa en España, lo que significa que no existe una obligación legal de pasear al perro con bozal, a no ser que un juez lo haya determinado de manera explícita como consecuencia de una denuncia previa por agresión o accidente, aunque esto no es frecuente que ocurra.

No obstante, si tu peludo es muy reactivo o presenta comportamientos agresivos hacia otros canes o hacia personas, sí es aconsejable que le habitúes cuanto antes al uso del bozal y que lo utilices para prevenir accidentes. Mientras tanto, desde ExpertoAnimal te recomendamos trabajar con un profesional etólogo o educador canino que te guíe en el proceso de modificación de conducta y os ayude a ti y a tu amigo de cuatro patas a gestionar las situaciones estresantes y a solventar el problema de comportamiento del animal para que ambos podáis dar paseos tranquilos y agradables. Aquí encontrarás más consejos:

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La elección de un buen bozal es el primer paso del proceso de habituación de tu peludo y es muy importante analizar bien los pros y contras de cada modelo antes de comprarlo, pues no todos los bozales son iguales.

Es imprescindible que el bozal que vaya a llevar el perro, ya sea durante sus paseos o en cualquier otro momento puntual, garantice una adecuada ventilación y permita que el animal abra la boca en su interior. Un bozal que no deja al perro jadear o beber agua con normalidad es un peligro, pues la temperatura del can puede elevarse rápidamente. Igualmente, el perro debe ser capaz de ladrar, relamerse, gruñir o gesticular aún llevando el bozal puesto, para así poder comunicarse con otros animales.

Bozal tipo cesta, el más adecuado

Los bozales de tipo cesta cumplen con estos requisitos y son los más indicados. Modelos como el Baskerville Ultra, hecho de caucho termoplástico, es una buena opción, económica y fácil de encontrar en tienda. Sin embargo, es recomendable evitar bozales de nylon con velcro que aprietan el hocico del perro o bozales tipo dogal, que no resultan efectivos frente a mordidas.

Además, para que el animal se sienta cómodo y no sufra ningún tipo de distrés o lesión llevando el bozal puesto, este debe ser de la talla correcta, tiene que quedar ajustado a la cabeza del perro y no debe, en ningún caso, apretar su hocico ni ir demasiado suelto. Para acertar con la talla, te recomendamos tomar medidas de la circunferencia y el largo del hocico de tu peludo y, si es posible, llevarlo contigo a una tienda especializada para poder probarle los productos en el momento. En caso de que tu peludo tenga la piel sensible y el bozal le cause rozaduras, se pueden colocar refuerzos de neopreno o materiales similares en las zonas más delicadas.

Tenga o no comportamientos agresivos, es muy recomendable enseñar a tu pastor alemán a llevar bozal, pues puede que en ciertas situaciones sea necesario su uso (viajes en tren, procedimientos veterinarios, etc.), y si el perro no está previamente acostumbrado, puede tener una muy mala experiencia.

Para lograr una correcta habituación, lo ideal es comenzar a trabajar mientras el perro es todavía un cachorro, aunque si tu peludo ya es adulto no debes preocuparte, también lo puede aprender. Los pasos básicos que debes seguir son los siguientes:

1. Muéstrale el bozal a tu perro, deja que lo huela y ofrécele un refuerzo cada vez que se acerque.
2. Reparte premios sabrosos alrededor del bozal para que el animal los coma mientras se acostumbra al objeto.
3. Sujeta el bozal con tu mano y coloca premios dentro para que el perro deba introducir el hocico en el bozal para cogerlos.
4. Sujeta la comida con tu mano, introduciéndola por un hueco del extremo frontal del bozal y anima a tu peludo a cogerla. No la sueltes de inmediato, permite que el animal pase unos segundos lamiendo el premio mientras permanece con el hocico dentro del bozal
5. Asocia esta acción con una palabra como "bozal" y premia al perro cada vez que acerque o meta el hocico en el bozal.
6. Cuando el perro esté cómodo introduciendo el hocico, comienza a cerrar las tiras por detrás de sus orejas. Al principio, debes dejar al animal solo unos segundos con el bozal puesto y cerrado y, poco a poco, vas aumentando el tiempo.
7. Comienza a alejarte gradualmente mientras el perro lleva el bozal y empieza a practicar el pasear por casa con la correa.
8. Finalmente, practica en la calle mientras das un paseo con el peludo.

Cada perro lleva un ritmo de habituación y el entrenamiento puede llevar desde unos días hasta varias semanas. Si tienes cualquier duda o tu perro no parece cómodo con el proceso, te recomendamos contactar con un etólogo o educador canino para que te eche una mano.

El uso del bozal únicamente se recomienda en momentos puntuales, por ejemplo, durante un paseo por una calle muy transitada, en un viaje en transporte público, durante una sesión de entrenamiento o mientras dura un procedimiento veterinario aversivo.

Los perros pueden habituarse a llevar bozal, pero esto no significa que resulte agradable ni cómodo para ellos. Por este motivo, si tu peludo presenta comportamientos agresivos hacia otros individuos, no le dejes el bozal puesto de manera permanente, lo mejor que puedes hacer es preparar espacios separados y seguros para todos y, a continuación, consultar la situación con un etólogo. El profesional evaluará al perro y te propondrá un plan de trabajo para mejorar su comportamiento, su bienestar y su relación con otros animales o personas.

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