L-lisina para gatos: dosis y para qué sirve
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La L-lisina para gatos es un suplemento nutricional que contiene el aminoácido lisina y, años atrás, se ha empleado en el tratamiento del herpesvirus felino de tipo 1, causante de la rinotraqueítis felina, una enfermedad del aparato respiratorio superior caracterizada por conjuntivitis y signos respiratorios de vías altas, aunque a veces puede llegar a los pulmones. Se utilizaba en el tratamiento porque, en teoría, la lisina compite con la arginina, un aminoácido esencial para la replicación vírica, por lo que se pensaba que esto podía reducir la intensidad o frecuencia de los brotes. Sin embargo, estudios recientes han cuestionado su eficacia, aunque algunos veterinarios todavía la emplean en ciertos casos.
Si quieres conocer más sobre el uso de la L-lisina en gatos, continúa leyendo este artículo de ExpertoAnimal.
¿Qué es la L-lisina para gatos?
La L-lisina para gatos es un suplemento nutricional que contiene una forma purificada del aminoácido esencial lisina, es decir, un aminoácido que los gatos deben obtener de la dieta porque no pueden sintetizarlo por sí mismos. Aunque durante mucho tiempo se utilizó como suplemento para gatos con rinotraqueítis causada por el herpesvirus felino de tipo 1 (HVF-1), hoy se sabe que no es tan eficaz para mejorar los síntomas de la enfermedad y que, en algunos casos, incluso puede resultar contraproducente, prolongando o intensificando los síntomas.
¿Para qué sirve la L-lisina para los gatos?
Durante años se entendía que la L-lisina ejercía una acción competitiva con otro aminoácido esencial en la replicación del herpesvirus felino, la arginina, lo que supuestamente inhibía la multiplicación del virus. Por este motivo, los veterinarios recomendaban el uso de L-lisina en la fase aguda de la enfermedad para reducir síntomas como conjuntivitis, estornudos y secreción ocular.
Hoy en día, la L-lisina tiene una utilidad limitada, ya que la evidencia indica que no ayuda frente al herpesvirus felino y que, en algunos casos, podría empeorar el cuadro. Sin embargo, todavía puede recomendarse en situaciones puntuales, como las siguientes:
- Cuando el gato se ha beneficiado antes de este suplemento y ha respondido bien al mismo.
- Si no se dispone de antivirales ideales, como el famciclovir, o los recursos son muy limitados, y se necesita “algo” de apoyo para intentar ayudar frente a la enfermedad, aunque sus beneficios sean dudosos.
- Como medida complementaria cuando el cuidador prefiere estrategias no farmacológicas, siempre que el gato no presente un cuadro muy grave.
- Cuando el gato tiene condiciones o enfermedades que limitan el uso de ciertos fármacos, como problemas renales graves o antecedentes de reacciones adversas a antivirales.
Sin embargo, hay situaciones en las que no se recomienda el tratamiento con L-lisina, por ejemplo, si se emplea como sustituto del tratamiento antiviral en cuadros graves o muy graves, o en gatitos con problemas respiratorios.
Beneficios de la L-lisina para gatos
Pese a que hoy en día no existe evidencia científica clara que respalde el uso de L-lisina para tratar los síntomas de la herpesvirosis felina, puede tener cierto beneficio en casos leves, para la salud ocular o como refuerzo del sistema inmunitario en periodos críticos, como cambios de entorno, parto, lactancia o destete. Durante años, algunos expertos recomendaron la L-lisina en la fase aguda de la enfermedad para reducir los síntomas y acelerar la recuperación, pero actualmente se considera que no es tan beneficiosa e incluso, en algunos casos, podría empeorar el cuadro. Por ello, su uso se limita hoy en día a mejorar la calidad de vida de gatos con síntomas crónicos y a reducir el riesgo de recaídas.
¿Cómo dar L-lisina a un gato?
La forma de administrar L-lisina a tu pequeño felino es por vía oral, buscando un momento en el que esté tranquilo y relajado. La administración concreta depende de su forma de presentación, ya que en el mercado podemos encontrar la L-lisina en los siguientes formatos:
- Gel o pasta oral: suelen venir con saborizantes como atún, pollo o malta. Se pueden dar directamente en la boca del gato, poner en una pata o mezclar con un poco de comida húmeda.
- Polvo o gránulos: este tipo de L-lisina debe mezclarse con alimento húmedo o blando que le guste al gato para facilitar su ingestión.
- Masticables en forma de premio: algunos gatos los aceptan como snacks, pero otros son más selectivos, por lo que puede ser un formato más complicado según sus gustos.
- Suspensión oral: se administra con una jeringa dosificadora directamente en el lateral de la boca, con cuidado.
Dosis de L-lisina para gatos
No existe una dosis establecida de L-lisina para gatos, ya que depende del producto y de su concentración. Por ello, la cantidad a administrar vendrá indicada en el envase. Esta dosis puede darse una vez al día o dividirse en dos tomas para mantener el suplemento estable en sangre, pero siempre debe ser un profesional veterinario quien indique su uso.
Efectos secundarios de la L-lisina en gatos
La L-lisina suele ser segura para la mayoría de los pequeños felinos, pero en ocasiones pueden aparecer algunos efectos secundarios, especialmente si no se respeta la dosis o en gatos muy sensibles. Estos efectos secundarios pueden incluir:
- Vómitos.
- Diarrea.
- Gases.
- Malestar o dolor abdominal.
- Pérdida de apetito.
- Cambios en el comportamiento alimentario, rechazando a veces la comida por el sabor o la textura del suplemento.
- Reacciones de hipersensibilidad o alergia en casos raros, manifestadas con picazón, enrojecimiento o inflamación leve del hocico.
- Empeoramiento del HVF-1, prolongando la duración de los síntomas y aumentando su gravedad por la alteración del equilibrio normal entre los aminoácidos lisina y arginina.
Contraindicaciones de la L-lisina en gatos
La L-lisina, como hemos comentado, es un suplemento generalmente seguro, pero también presenta contraindicaciones y precauciones que deben tenerse en cuenta antes de comenzar a utilizarlo. Estas son:
- No usar en gatos con cuadros moderados o graves de herpesvirus felino (HVF-1), ya que podría empeorar o prolongar la enfermedad.
- No emplear en gatos que hayan empeorado anteriormente con el uso de L-lisina.
- No utilizar en pequeños felinos con trastornos gastrointestinales, como pancreatitis, gastritis o colon irritable, ya que puede causar vómitos, diarrea e irritación gastrointestinal.
- No usar en gatos que sigan dietas médicas renales, urinarias o hepáticas, pues la L-lisina puede alterar el perfil de aminoácidos e interferir con el balance nutricional.
- No usar en felinos con hipersensibilidad o alergia al suplemento o a alguno de los ingredientes del producto.
- No emplear como primera opción en lugar del tratamiento antiviral realmente efectivo, el famciclovir.
Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.
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