¿Se puede tener un perro de agua en un piso?

Sí, puedes tener un perro de agua en un piso, siempre y cuando seas consciente de los cuidados que requiere para adaptarse a un ambiente reducido y tengas las condiciones para proveerlos. Ten en cuenta que, independiente de cuál sea la raza, la edad o el sexo de un perro, su tenencia siempre demandará tiempo, compromiso, paciencia y solvencia económica.

Al evaluar la posibilidad de convivir con un perro de agua en un piso, lo primero que debes tener en mente es que existen varias razas de perros de agua. Estos peludos comparten una serie de características morfológicas y estéticas que están relacionadas fundamentalmente con su herencia genética. No obstante, hay diferencias entre cada una de estas razas que influyen en los cuidados que necesitan para mantener una vida sana y un comportamiento equilibrado.

Diferencias entre razas de perros de agua

El perro de agua portugués suele ser más alto y robusto que el perro de agua español, lo que puede verse reflejado en un mayor requerimiento de actividad física y un mayor cuidado con su alimentación para prevenir síntomas de sobrepeso. Aquí puedes conocer otras “Diferencias entre un perro de agua español y un portugués”.

Por otro lado, el caniche o poodle, que también es un tipo de perro de agua, ofrece una mayor variedad de tamaños (toy, enano, mediano y grande), facilitando su adaptación a pisos de diferentes dimensiones. De hecho, los caniches de talla enana o toy suelen adaptarse a pisos pequeños sin muchas complicaciones. Además, estos peludos están entre los 5 perros más inteligentes del mundo, por lo que adiestrarlos es una tarea relativamente sencilla incluso para principiantes.

Es decir, que antes de decidirte por tener o no un perro de agua en un piso, vale la pena conocer bien las características y cuidados de cada una de estas razas, para elegir conscientemente cuál se adapta mejor a tu personalidad, tus preferencias y tu disponibilidad de tiempo y espacio. Para ayudarte, en ExpertoAnimal te contamos “Cuáles son todas las razas de perros de agua”.

Teniendo en mente que cada tipo de perro de agua tiene características propias, basémonos en los rasgos comunes de estas razas para entender qué implica tener un perro de agua en un piso. En líneas generales, estos perros se caracterizan por tener:

• Talla mediana a grande. La mayoría de las razas de perros de agua tienen una altura a la cruz de entre 40 cm y 55cm, con peso corporal variando desde 12 hasta 25 kg. Como vimos, el caniche es una excepción dado que, en esta raza, se admiten cuatro tamaños distintos.
• Pelaje abundante, lanoso y rizado. Este tipo de manto favorece la formación de grumos y enredos, así como la acumulación de suciedades. En consecuencia, tener a un perro de agua en un piso implica un esfuerzo extra para mantener su pelaje sano y evitar encontrarse con pelos muertos por toda la casa.
• Carácter inteligente y activo. Un perro de agua necesita tener su cuerpo y su mente bien estimulados diariamente. Si lleva una rutina sedentaria en un ambiente empobrecido, puede verse rápidamente afectado por síntomas de aburrimiento y estrés, que tarde o temprano derivarán en conductas destructivas.
• Necesidad de compañía. Amigables y sociables, los perros de agua disfrutan del contacto con otros individuos. Desde sus orígenes, estas razas han desempeñado una serie de labores a la par de sus congéneres y las personas. Por ende, no toleran muy bien la soledad y no son recomendables para quienes buscan un perro más independiente.

Con base en estas características comunes a las razas de perros de agua, podemos resumir los siguientes pros y contras de criarlos en un piso.

Pros de tener un perro de agua en un piso

• Versatilidad y capacidad de adaptación. Pese a que son bastante enérgicos, por su talla mediana, resulta sencillo proveer una adecuada estimulación física y mental a los perros de agua. Tres paseos diarios de entre 25 y 45 minutos cada uno, combinados con un ambiente enriquecido, suelen resultar suficientes para que un perro de agua lleve una vida activa y feliz en un piso.
• Compañía incondicional. Son perros gentiles y leales, que se adaptan superbién a familias con niños, a quienes protegerán sin dudarlo. Y si reciben una adecuada socialización, los perros de agua también se llevan de maravilla con otros perros. En ExpertoAnimal, te contamos “Cómo socializar correctamente a un cachorro”.
• Predisposición al entrenamiento. Aprende con facilidad y son capaces de hacer casi todo para agradar a sus humanos favoritos. Si estimulas correctamente a un perro de agua, puedes estar seguro de que tendrás un compañero obediente y divertido.
• Buena salud. En comparación con otras razas caninas, los perros de agua destacan por ser resistentes y tener una baja predisposición a patologías hereditarias. Más allá de la alegría de ver a tu compañero sano, ello se traduce en una menor inversión en tratamientos médicos y terapias preventivas. Así mismo, los perros de agua pueden verse afectados por enfermedades de los ojos y del tracto digestivo, principalmente en edades más avanzadas.

Contras de tener a un perro de agua en un piso

• Alto nivel de estimulación mental. Los perros que aprenden fácilmente tienden a aburrirse con facilidad, por lo que están más predispuestos a volverse destructivos y manifestar otros trastornos de conducta. Por ello, tener un perro de agua en un piso requiere de una buena inversión para enriquecer su ambiente, así como el compromiso de presentar regularmente retos cognitivos y nuevos comandos, tareas o trucos. Aquí tienes algunas ideas de “Enriquecimiento ambiental para perros”.
• Tendencia a ladrar. El temperamento alerta y vigilante de los perros de agua puede hacer que ladren con bastante frecuencia, principalmente si viven en ambientes con muchos ruidos o estímulos intensos. Además, si no aprenden a gestionar su soledad y – peor aún – si se quedan solos varias horas al día, pueden convertirse en ladradores empedernidos, así como presentar síntomas de ansiedad por separación.
• Mantenimiento frecuente del manto. Aunque no pierdan mucho pelo, es necesario cepillarlos regularmente para evitar que sus rizos, mechones o rastras se enreden. También es fundamental utilizar un tipo de cepillo adecuado a su manto y saber cómo cepillar a un perro de agua para evitar lastimarlo o dañar la estructura del pelo. Finalmente, puede ser necesario cortar su pelaje al menos dos o tres veces al año, tanto por razones higiénicas y funcionales, como para mejorar su adaptación al calor. Para aclarar tus dudas, hemos preparado la siguiente guía: “Cómo cortar el pelo a un perro de agua”.

El comportamiento de un perro de agua en un piso depende mucho más de la crianza y del ambiente que de cualquier factor relacionado con la raza o el linaje. La carga genética puede predisponer en mayor o menor medida a una raza canina a desarrollar ciertos patrones de conductas instintivas. Por ejemplo, los perros de agua suelen ser más ladradores que otras razas con temperamento menos alerta y protector.

La educación y el entorno determinan su comportamiento

Hoy sabemos que el comportamiento de un perro a nivel individual se determina fundamentalmente por la educación que recibe y los demás estímulos a los que se expone en su entorno. Retomando el ejemplo anterior, el hecho de que un perro de agua tienda a ladrar más que otras razas, no significa necesariamente que todo perro de agua se convertirá en un ladrador empedernido. Ello porque una correcta socialización temprana, aliada a un adecuado nivel de actividad física y un ambiente enriquecido, disminuyen significativamente la tendencia de que un perro de agua ladre cada vez que escucha un ruido o sencillamente porque se siente aburrido al estar solo en casa.

Por lo tanto, la forma cómo se comporta un perro de agua en un piso será el resultado de la educación, los cuidados y el entorno proporcionados – o no – por su tutor. En este sentido, es fundamental que sepas que ningún perro puede comprender por sí solo qué entienden los humanos por “portarse bien” y “portarse mal”. Por ende, si quieres que un perro de agua te haga caso y mantenga un comportamiento equilibrado dentro y fuera de casa, debes enseñarle desde su llegada al hogar qué conductas se consideran aceptables y deseadas, y cuáles no. Lo mejor es iniciar el proceso educativo en los primeros meses de vida del perro, cuando su carácter es más flexible y está en plena formación. Para aprender a hacerlo correctamente, echa un vistazo a: “Cómo educar a un cachorro”.

No obstante, si optas por adoptar a un perro de agua adulto en alguna protectora o a través de un rescatista, no dejes de fijarte en nuestros “Consejos para educar a un perro adoptado”.

Te habrás dado cuenta de que, en cada apartado, hemos ido compartiendo consejos para la adaptación de un perro de agua en un piso. Pero, a continuación, repasamos cuáles son las pautas más esenciales en este sentido:

• Socializa a tu perro desde una temprana edad, y preferiblemente antes de su tercer o cuarto mes de vida. Así mismo, si decides compartir tu casa con un perro de agua adulto, no dudes en aplicar estos “Consejos de socialización para perros adultos”.
• Edúcalo desde su llegada al hogar, evitando el mal uso del regaño y métodos contraproducentes, como el aislamiento y los castigos. Apuesta por reforzar las conductas adecuadas y los logros de tu compañero, y verás cómo su aprendizaje escala rápidamente.
• Establece una rutina sostenible a largo plazo. Todo perro necesita predictibilidad para que su comportamiento no se vea negativamente afectado por la incertidumbre, el estrés o la ansiedad. Define horarios para las actividades clave del día a día de tu peludo, incluyendo alimentación, paseos, juegos y sesiones de adiestramiento.
• No descuides su estimulación física y mental. Es la mejor manera de evitar que un perro de agua en un piso se sienta aburrido o estresado. Sácalo a pasear, enriquece su ambiente y preséntale juegos de inteligencia regularmente. Si tu peludo es particularmente enérgico, evalúa la posibilidad de iniciarlo en algún deporte canino, como el Agility, o en actividades acuáticas (que son particularmente agradables para los perros de agua).

Por último, pero no menos importante, recuerda que, si bien los perros de agua no suelen enfermarse con facilidad, resulta esencial aplicarle las vacunas para perros y desparasitarlos periódicamente. También merece mucho la pena realizar una o dos consultas anuales al veterinario para constatar su estado de salud.

Si deseas leer más artículos parecidos a ¿Se puede tener un perro de agua en un piso?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Qué necesitas saber.

¿Tienes contratado el Seguro de Responsabilidad Civil obligatorio para perros? Consiguelo al mejor precio rellenando el formulario con tus datos y los de tu mascota haciendo clic en este botón: