Tenia en gatos: síntomas, contagio y tratamiento

Las tenias son cestodos o gusanos planos que habitan en el intestino de nuestros pequeños felinos, alimentándose de los nutrientes que estos ingieren. Se caracterizan por tener el cuerpo dividido en segmentos y su ciclo de vida suele incluir un hospedador intermediario. En el caso de los gatos, este puede ser una pulga o un roedor, indispensables para el contagio del parásito.

En los gatos, las principales especies de tenias que pueden encontrarse son las siguientes:

• Dipylidium caninum: es la tenia más frecuente en los gatos. Se contrae tras ingerir pulgas infectadas con larvas del parásito, que actúan como hospedadores intermediarios. Una vez en el intestino, las larvas se desarrollan hasta alcanzar la forma adulta.
• Echinococcus granulosus: es muy poco frecuente en los gatos, especialmente en los domésticos, ya que los hospedadores intermediarios suelen ser rumiantes o humanos, en cuyos órganos se desarrollan los quistes hidatídicos.
• Echinococcus multilocularis: similar a Echinococcus granulosus, pero más frecuente en los gatos, pues sus hospedadores intermediarios son los roedores.
• Taenia taeniaeformis: otra tenia que utiliza a los roedores como hospedadores intermediarios, vehiculando las larvas del parásito que se transmiten al gato cuando este ingiere a la presa.

No, la tenia no se contagia de forma directa entre gatos, por lo que no debes preocuparte si tienes un gato con tenia y otro sin ella. Para que se produzca el contagio es necesario que el gato ingiera el hospedador intermediario que contiene la forma larvaria del parásito. Por lo tanto, si el gato no parasitado no tiene acceso a estos hospedadores, como pulgas o roedores, de ninguna manera podrá infestarse.

¿La tenia de los gatos se contagia a los humanos?

A diferencia de lo que ocurre en los gatos, que son los hospedadores definitivos de estas tenias y desarrollan el estado adulto en su interior, los humanos actúan como hospedadores intermediarios de Echinococcus granulosus. Por ello, sí es posible contagiarse directamente con los huevos presentes en las heces de los gatos parasitados.

Si tenemos un gato infectado con esta tenia y no mantenemos una correcta higiene, se puede producir un contagio fecal-oral, algo que ocurre con mayor frecuencia en los niños. En ese caso, podríamos infestarnos y desarrollar quistes hidatídicos en órganos como el hígado o los pulmones, aunque no llegaremos a desarrollar los gusanos adultos en el intestino.

Cómo saber si mi gato tiene tenia pasa por obtener un buen diagnóstico. Así, el diagnóstico de la tenia en los gatos se realiza mediante la observación clínica del felino y pruebas parasitológicas de laboratorio. Tras una adecuada anamnesis al cuidador y un examen clínico del gato afectado, se pueden identificar signos sugestivos de parasitación por tenias, como el rascado de la zona anal o la presencia de segmentos alrededor del ano o en las heces, que se observan como pequeños granos de arroz. En ocasiones, este hallazgo es suficiente para un diagnóstico casi seguro, sin necesidad de pruebas de laboratorio adicionales.

Otros signos que pueden apoyar el diagnóstico son la pérdida de peso, los vómitos o la diarrea. La técnica parasitológica más utilizada para confirmar la presencia de tenias en gatos es la flotación fecal, que consiste en colocar una pequeña cantidad de heces del gato parasitado en una solución especial que permite que los huevos del parásito floten, para luego observarlos bajo el microscopio mediante un frotis.

Si te preguntas cuál es el tratamiento para la tenia en gatos, debes saber que no existe un único medicamento para eliminarla. El tratamiento incluye el uso de fármacos antiparasitarios, como el praziquantel o el fenbendazol, para eliminar estos parásitos internos. Este tratamiento puede administrarse por vía oral o mediante inyección, según la formulación y el caso específico.

En el caso de que el gato esté parasitado por Dipylidium caninum, el tratamiento también debe incluir el control de las pulgas mediante productos antipulgas con principios activos como fipronil, selamectina o imidacloprid, ya que las pulgas son los hospedadores intermediarios del parásito.

Por último, es fundamental mantener una correcta higiene y controlar el entorno donde ha estado el gato parasitado, ya que los huevos de las tenias pueden haberse desplazado desde la zona anal a cualquier lugar de la casa, contaminando el ambiente.

No existe un remedio casero que elimine la tenia en los gatos, ya que estos parásitos solo desaparecen con un tratamiento antiparasitario efectivo. Sin embargo, algunas personas se sienten más tranquilas si, mientras dura el tratamiento, lo complementan con ciertos remedios naturales como estos:

• Aceite de coco en pequeñas cantidades añadido al alimento del felino.
• Semillas de calabaza o jengibre, por sus posibles propiedades antiinflamatorias, digestivas y ligeramente antiparasitarias.

Por otro lado, aunque el ajo también posee estas propiedades, no debe emplearse en los gatos, ya que, al igual que la cebolla, es un alimento tóxico para ellos. Te lo contamos aquí: "Alimentos prohibidos para gatos".

La mejor forma de prevenir las tenias en los gatos es mediante una desparasitación rutinaria, cuya frecuencia varía según el estilo de vida del felino. Por ejemplo, los gatos que salen al exterior requieren desparasitación externa mensual, mientras que los gatos que permanecen en el hogar y no están expuestos pueden desparasitarse cada tres meses.

Además, el uso de collares antipulgas también resulta clave para prevenir la transmisión de Dipylidium caninum, la tenia transmitida por pulgas. En cuanto a la desparasitación interna, los gatos que salen al exterior deben desparasitarse cada tres meses, mientras que los que no salen al exterior pueden hacerlo cada seis meses.

Este artículo es meramente informativo, en ExpertoAnimal.com no tenemos facultad para recetar tratamientos veterinarios ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a que lleves a tu mascota al veterinario en el caso de que presente cualquier tipo de condición o malestar.

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