Chi-Poo
Conocido también como choodle, poohuahua, poochi o chipoodle, el chi-poo es un perro híbrido que surge del cruce entre el chihuahua y el poodle o caniche. Su creación sucede dentro del universo de los llamados “perros de diseño” (o designer dogs, en inglés), que está particularmente desarrollado en los Estados Unidos. Esta rama específica de la crianza profesional de perros se enfoca en combinar las características estéticas y comportamentales más valoradas de dos o más razas caninas, en la búsqueda de acercarse al perro de compañía perfecto. En esta ficha de ExpertoAnimal, te contamos mucho más sobre los orígenes, las características y carácter del chi-poo. ¡Sigue leyendo y descubre!
- América
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Origen del perro chi-poo
El chi-poo es fruto del cruce del perro chihuahua, de origen mexicano, con el caniche o poodle, que es un tipo de perro de agua nativo de Francia (aunque sus ancestros puedan haber tenido raíces alemanas). Si bien existen varios tipos de caniche según el tamaño, dado que el chihuahua es un perro muy pequeño, y que la tendencia de los designer dogs se enfoca en la creación de perros de talla reducida, generalmente se utiliza el poodle enano o toy en estos cruces.
Por tratarse de un perro híbrido y bastante reciente, la historia del chi-poo no está bien documentada como la de sus antepasados y las demás razas caninas bien establecidas. No obstante, se sabe que la tendencia de los “toy mixes” o mezclas de perros toy empezó a popularizarse a finales del siglo XX, aunque se consolidó a principios del siglo XXI.
Así pues, al igual que muchos otros cruces de chihuahua, el chi-poo se creó de forma intencional, probablemente durante la década de los 90 en los Estados Unidos. Si bien aún no ha sido reconocido oficialmente por ninguna federación canina internacional, ya figura en los registros de clubes y asociaciones dedicados a los perros de diseño, como es el caso del American Canine Hybrid Club (ACHC) y del Designer Dogs Kennel Club (DDKC).
Características del perro chi-poo
Los perros chi-poo destacan por presentar una gran variabilidad en aspecto y colores. Esta no es ninguna sorpresa, teniendo en cuenta que, más allá de la variación de tamaño en los caniches, también existen varios tipos de chihuahua según su morfología y la longitud del pelaje. Así pues, la apariencia de los perros poochi varía bastante, tanto en función de los rasgos que heredan directamente de sus progenitores, como de la influencia ejercida por cada raza original en su linaje.
Así mismo, en líneas generales, los chi-poo se caracterizan por los siguientes rasgos:
- Tamaño: muy pequeño, puesto que la estatura promedio es de entre 15 cm y 35 cm a la cruz, con un peso que puede oscilar entre 1,8 kg y 9 kg, dependiendo de la carga genética heredada del poodle y del chihuahua.
- Cuerpo: compacto y proporcionado, pero de baja densidad muscular y ósea en muchos ejemplares, con extremidades particularmente débiles.
- Cabeza: puede asemejarse al formato “de manzana”, que es muy característico del chihuahua, o bien tener un formato algo más alargado y estilizado, dejando más en evidencia la influencia del poodle.
- Orejas: pueden ser erectas (rasgo chihuahueño) o semicaídas/caídas (más típico de los caniches).
- Cola: suele estar ligeramente curvada sobre el lomo
Colores del chi-poo
La diversidad del chi-poo alcanza su máxima expresión en el tipo de pelaje. Estos perros pueden tener el pelo corto y liso (cuando predomina la carga genética del chihuahua), u ondulado/rizado y ligeramente denso (cuando hay predominancia del poodle). La presencia de rizos u ondulaciones es muy deseable, pues reduce el desprendimiento, favoreciendo la convivencia del chi-poo con personas y familias con problemas de alergia.
Respecto a los colores del chi-poo, en su manto pueden manifestarse todos los colores admitidos en sus antepasados, ya sea de forma individual - con o sin manchas – o en combinaciones bicolores. Las tonalidades más comunes son: blanco, negro, crema, marrón, chocolate, gris, albaricoque, sable y atigrado.
Carácter del perro chi-poo
Más allá de combinar rasgos estéticos atractivos, la motivación de crear el chi-poo también visaba acercarse al temperamento más deseable en un perro de compañía. Se dice que la idea de los criadores era valerse de la versatilidad, la inteligencia y el dinamismo del poodle para reducir la obstinación y la predisposición a la agresividad por miedo que se observa comúnmente en el chihuahua. Puedes leer más sobre eso en: “¿Por qué los chihuahuas son agresivos?”.
Al parecer, el propósito de los criadores se convirtió, en gran medida, en realidad, puesto que los perros poohuahua suelen ser significativamente menos impulsivos e intrépidos que sus antepasados mexicanos. Además, la mezcla con el caniche le aportó una muy buena predisposición al entrenamiento y facilidad de aprendizaje, por lo que los chi-poo suelen ser más fáciles de adiestrar que los chihuahuas “puros”.
No obstante, estos perros híbridos pueden mostrarse tímidos o incluso algo desconfiados en la presencia de extraños. Por ello, se recomienda socializarlos desde una temprana edad para favorecer el desarrollo de su autoconfianza y mejorar la calidad de las interacciones con otros individuos. Si no sabes por dónde empezar, echa un vistazo a esta guía: “¿Cómo socializar a un cachorro correctamente?”.
También debes saber que el chi-poo es un perro afectuoso y muy vinculado a su tutor, demandando bastante tiempo y atención. Por su tamaño compacto, pueden adaptarse fácilmente a entornos urbanos y espacios reducidos, pero necesitan aprender a gestionar la soledad desde una temprana edad, y siempre de forma gradual. Caso contrario, pueden verse fácilmente afectados por la la ansiedad por separación.
Cuidados del perro chi-poo
El chi-poo suele tener las extremidades débiles, por lo que el sobreesfuerzo es un factor de riesgo para el desarrollo de problemas articulares, principalmente en las rodillas. Por ello, se recomienda que realice ejercicios ligeros y paseos más cortos y frecuentes. La baja densidad muscular también lo vuelve particularmente sensible al frío y a las adversidades climáticas. Por ende, es importante acondicionar el ambiente del chi-poo y planificar los horarios de sus paseos para evitar que se exponga a tales factores que pueden debilitar su salud.
Más allá de esas recomendaciones específicas, otros cuidados del chi-poo que resultan clave para una vida sana y feliz son:
Alimentación
El chi-poo requiere de una alimentación completa y equilibrada para conservar una buena salud. Existen varios tipos de dietas para perros, desde las basadas en piensos hasta las enfocadas en alimentos crudos, y todas ellas pueden ser beneficiosas para un perro de talla pequeña. Lo fundamental es que aporten todos los nutrientes esenciales para el óptimo desarrollo del chi-poo en cada etapa de su vida. Por ello, es muy recomendable contar con la opinión experta de un veterinario a la hora de elegir.
Aunque la calidad sea un factor clave, la cantidad de comida también importa. Los perros de talla toy o pequeña, lógicamente, necesitan porciones de comida mucho más reducidas que los de talla mediana o grande. Además, repartir la cantidad de comida diaria en varias tomas resulta muy beneficioso para prevenir episodios de hipoglucemia y comportamientos glotones. Para saber más, fíjate en: “¿Cuantas veces debe comer un perro al día?".
Mantenimiento del pelaje
Los cuidados del pelaje del chi-poo varían en función del tipo de pelo de cada individuo. Por lo general, el manto corto y liso es más fácil de mantener, pues tiene una menor tendencia a enredarse y formar nudos, y también no necesita cortarse con frecuencia. Sin embargo, el pelo rizado u ondulado suele desprenderse menos, lo que se traduce en un menor desgaste de tiempo y esfuerzo limpiando pelos sueltos por la casa, así como una convivencia más armoniosa con personas alérgicas. Por otro lado, este tipo de manto puede requerir de un cepillado más cuidadoso y una mayor inversión en cortes higiénicos y peluquería canina.
Para más consejos prácticos, mira este artículo: “Tipos de pelo en perros y cómo cuidar cada uno de ellos”.
Estimulación mental
El chi-poo heredó el carácter astuto del chihuahua y la inteligencia del caniche, por lo que es un perro que requiere de estimulación mental diaria. Si lleva una rutina sedentaria en un ambiente empobrecido, este chihuahua mix puede desarrollar fácilmente conductas destructivas asociadas al aburrimiento, así como síntomas de estrés.
Para evitar que ello suceda, recuerda proporcionar a tu perro una buena variedad de juguetes y estímulos sensoriales. También intenta reservar tiempo todas las semanas para presentarle juegos de inteligencia y algunos comandos básicos de obediencia, que estimulan sus habilidades cognitivas.
Educación del perro chi-poo
Nada mejor que aprovechar la natural predisposición al entrenamiento del chi-poo para enseñarle las bases de un comportamiento más fiable y seguro. Aunque estos perros sean perfectamente capaces de aprender a cualquier edad, se sabe que, cuanto antes comenzamos a presentarles las órdenes y conductas que queremos que aprenda, más rápida y fluida será su asimilación. Así que, te recomendamos iniciar la educación del chi-poo desde su llegada al hogar, y preferiblemente durante sus primeros meses de vida. Si no sabes bien por dónde empezar, esta guía es para ti: “¿Cómo educar a un cachorro?”.
Otra cosa que tienes que saber es que muchos métodos “tradicionales” de educación canina pueden resultar totalmente contraproducentes. Por ejemplo, el mal uso del regaño siembra confusión en el perro, principalmente cuando no logra conectar la actitud enfadada o represiva de su tutor con ningún acto o conducta en particular. Peor aún, la aplicación sistemática de agresiones físicas o verbales, en el intento de “castigar” al perro por una mala conducta, termina dinamitando su confianza en sí mismo y en su tutor, lo que inevitablemente reducirá su capacidad de aprendizaje y fomentará problemas de comportamiento mucho más graves que una desobediencia puntual.
Por todas estas razones, recomendamos optar por el refuerzo positivo a la hora de educar al chi-poo, pues este método se concentra en favorecer la simulación de conductas positivas o deseables, acelerando su curva de aprendizaje y mejorando el vínculo con el tutor.
Salud del perro chi-poo
Si bien los perros híbridos pueden llegar a tener una mayor heterogeneidad genética que los progenitores puros, ello no significa que están exentos de heredar la predisposición genética a ciertas enfermedades. En el caso del chi-poo, la complexión débil aumenta el riesgo de problemas articulares en las extremidades, y en especial en las rodillas. De hecho, se sabe que la luxación de rótula afecta con particular frecuencia a los perros de talla pequeña, enana o toy.
La baja densidad ósea también puede repercutir negativamente en la salud dental, favoreciendo problemas como:
- Retención de dientes de leche.
- Malformaciones de piezas permanentes.
- Formación excesiva de sarro.
- Apiñamiento.
Además, hay que tener en cuenta que la carga genética heredada de cada progenitor puede predisponer, con mayor o menor intensidad, al chi-poo a determinadas afecciones. Por ejemplo, los individuos que heredan una morfología craneal más parecida a la del chihuahua, pueden desarrollar problemas oculares con facilidad. Por otro lado, los perros chi-poo que heredan las orejas caídas y peludas del poodle, pueden verse más frecuentemente afectados por infecciones de oído.
En todo caso, si decides adoptar a un chi-poo, conviene conocer las enfermedades más comunes en los caniches y también las patologías más frecuentes en los chihuahuas.
Esperanza de vida del chi-poo
Respecto de la esperanza de vida, los perros chi-poo pueden vivir de 12 a 15 años, o incluso más si reciben los cuidados necesarios y una adecuada medicina preventiva.
¿Dónde adoptar un chi-poo?
Desde ExpertoAnimal no fomentamos la compraventa de animales por razones éticas y de salud pública. Pero, si paramos para racionar un momento, un perro híbrido no es tan diferente a un perro mestizo. Y si hay muchísimos perros mestizos que ofrecen una enorme variabilidad genética y estética, disponibles para adopción con costes muy bajos o incluso de forma gratuita, ¿por qué no darles una oportunidad en lugar de invertir un montón de dinero y esfuerzo para hacerse con un hibrido (que, en definitiva, también es una mezcla de razas)?
Ten en cuenta que, en algunos países, resulta bastante costoso e incluso difícil encontrar a un ejemplar de chi-poo porque la tendencia de los designer dogs no es exactamente accesible ni está difundida en todo el mundo. Así que, nuestro consejo es que, si de verdad te interesa un perro hibrido, agendes una vista con una protectora o un refugio de animales de tu región. Allí encontrarás perros de apariencia y temperamento muy diversos, sin tener que malgastar tu dinero y tu tiempo.
Y si necesitas ayuda para educar a tu nuevo mejor amigo, no dejes de ver esta guía: “Consejos para adiestrar a un perro adoptado”.